martes, noviembre 29, 2016

Fidel y Chavez en sainete venezolano

María la de Manzanillo es una pieza teatral de César Rojas (Caracas, 1961), la cual transcurre a finales del año 1997 en la Isla de Margarita y donde se frustra un atentado mortal contra el Presidente de la Republica de Cuba, Fidel Castro, y el para ese entonces candidato a la Presidencia de Venezuela, Hugo Chávez Frías. Es, en mínimas palabras, un sainete contemporáneo y ahí hay nueve personajes y por supuesto interviene la Virgen del Calle, además de los monumentales personajes políticos latinoamericanos
Rojas, con más de 60 piezas teatrales escritas, explica que en el año 1997,  en las postrimerías del Chiripero que anunciaban el ascenso de Hugo Chávez a la presidencia de Venezuela, se llevó a cabo la  Séptima Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno de los 21 países miembros de la Organizacion de Estados Iberoamericanos, en Porlamar, durante los días 8 y 9 de noviembre de 1997.
Cuenta Rojas que para esa época se había autoexiliado del teatro venezolano en Porlamar, regresando con su familia a la capital de Nueva Esparta , después de que el Centro de Directores para el Nuevo Teatro perdieran la sala María Teresa Castillo, pues los abogados que llevaban el caso no asistieron a la reunión con el juez el día estimado y el teatro joven venezolano perdió un espacio más. Además el sector teatral, celoso del escandaloso éxito que este grupo de jóvenes creadores había obtenido, aprovecharon la coyuntura y le congelaron el subsidio que se le otorgaba desde el Conac para asfixiarlos y obligarlos a detener la copiosa actividad que generaban en el sector del teatro juvenil, imbatible en esos años por ninguna de las instituciones que anunciaban su apoyo a las nuevas generaciones.
Por esa fecha se lleva a cabo la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno y, para salir a flote económicamente después del derrumbe que significo perder la sala que cobijaba al CDNT, César Rojas  consiguió emplearse en la recepción de un conocido y pintoresco hotel del poblado pescador y patillero de Manzanillo, frente  la playa El agua. Allí se alojó la Casa Militar, encargada de la seguridad del Evento Internacional de Presidentes. Eran militares jóvenes y dinámicos que mantenían estricto celo de los movimientos de los presidentes y sobre todo de Fidel Castro, pues corrieron fuertes rumores que aseveraban un complot de los cubanos exiliados en Miami, con un participante secreto en Venezuela respaldado por alguien de la propia Casa Militar, para aprovechar la Cumbre y asesinar a Fidel Castro durante el evento, en la que no quedaba claro si Rafael Caldera tenía participación o no, pero eso sí, para que sirviera como lección a los que desobedecían a la Derecha Internacional y evitar que se propagaran sus ideas en el continente ahora que Hugo Chávez estaba por ganar las elecciones y estaba tan efusivo con Castro.
Fue ahí, desde la recepción del hotel Guacamaya Beach & Resort, en Manzanillo, que hilvanó su saga teatral, la cual se inicia cuando un grupo de cubanos se contacta con un traidor de Casa Militar de Venezuela con la intención de ordenar el asesinato de Fidel Castro durante la Cumbre y el militar traidor va a estar entre los guardias militares alojado ese un hotelito de Manzanillo, lugar en el que trabaja María, como ama de llaves.
¿Qué pasó con el montaje?
El Galpón de San Fidel, nuestra sala y empresa productora, en una calle de la urbanización popular de Sarria, no cuenta con el apoyo económico de ninguna institución, somos nosotros los que pagamos las producciones, el local, la luz, el agua, el desinfectante y hasta el papel toilette… por lo que en estos últimos tiempos no he podido hacer espectáculo que ameriten grandes inversiones de mi poco dinero y debo conformarme con la dramaturgia.
SINOPSIS
 Después de su jornada en el hotel,  María se ha ido a cuidar el sembrado de patillas y espera a su amante, el cura del pueblo Ángel-Gabriel en el patilla para aprovechar la noche y que Pedro, su esposo, se ha quedado cuidando la recepción del hotel y así disfrutar de sexo caliente con el verdadero padre de su hijo Jesús, cuando inesperadamente  un chorro de luz del Cielo estrellado la baña y a partir de ese momento María comienza a tener poderes extrasensoriales: vuela, lee los pensamientos de los que se le acercan y hasta adquiere con la iluminación una fuerza inconmensurable. Por lo que Pedro monta un consultorio en su casa para ganarse una platica a pesar de los comentarios de la envidiosa Alejandra, vecina del pueblo y cocinera de La Guacamaya.
Pero María no quiere tener esos poderes; ella se pelea con Alejandra y Dellio termina por echarla del hotel, a ella , a su esposo Pedro y a su hijo Jesús, cuando al militar encargado del asesinato de Fidel se le pierde el percutor de la bomba con la que piensa matar al líder, pues lo dejó en el hotel cuando se fue a un local de prostitución con sus otros compañeros y a Jesús, en su trona, le pareció bonito el aparatico y creyendo que era un control de televisión se lo robó. Por lo que el militar lo vigila a pesar de no estar más en el hotel. 
María le leyó el pensamiento a su hijo y se enteró que sí fue él el ladrón y después de una triste discusión con Jesús quien se entera que Pedro no es su verdadero padre,  se va a hablar con la Virgen del Valle, a ver si le quita esas facultades que no le interesan, pero la Virgen, a la que no le están quedando los ropajes que le ponen porque se ha puesto un poco gorda, le explica que ella no puede ayudarla, porque esos poderes le han sido otorgados desde el Cielo, para que cumpla una misión importantísima para el futuro del continente y que sólo cuando lo haya cumplido los poderes no desaparecerían.
María regresa molesta por la respuesta de la Virgen que habla un castellano muy castizo porque la hicieron en España, cuando el militar descubre que Jesús si fue el ladrón del adminículo y se lo lleva amenazándolo de muerte si no se lo da, incluso se lo lleva al lugar en el que se encontraba Fidel acompañado de Hugo Chávez, camino al cierre de la Cumbre y cuando está a `punto de cometer el Magnicidio, María interviene con sus poderes y detiene el crimen, salva a Fidel y a Hugo, apresan al maleante y todo se mantiene en estricto secreto.
Días después, cuando se terminó el trajín de La Cumbre, en el sembradío de patillas de Manzanillo, María conversa con su hijo Jesús, cuando inesperadamente está a punto de recibir otro chorro de luz, pero Jesús la quita de un empujón y es él el que recibe esta vez la luz y los poderes.
Ella lo prefiere así, porque ella es solamente María, la de Manzanillo.



























viernes, noviembre 25, 2016

Martir gay izquierdista

Un poeta muy joven que se eternizó en este ´óleo.
Como se escenifica tanto en Venezuela, tanto que hasta sus personajes castellanos los ponen a funcionar cual si fuesen llaneros, queremos recordar que hace 80 años, España se desangraba en fratricida contienda. Guerra civil por injustificables motivos escindía la historia de una nación que había imperado en Europa y América, pero que por la intolerancia de bandos enfrentados se convirtió en cadalso de caínes y abeles. Las consecuencias todavía atormentan y desvelan a descendientes de víctimas y vencedores. Nadie quiere otra brecha igual. En la larga lista de ese millón de muertos que dejó como saldo, hay un nombre en especial que queremos evocar, porque, precisamente, el 18 de agosto de 1936 fue fusilado el poeta y dramaturgo Federico García Lorca, a los 38 años. Artista de sólidos principios y no un soldado o un guerrillero de pacotilla, a quien los fascistas eliminaron, creyendo que así lo borrarían de la historia. ¡Jamás!
EVOCACION 
Según el intelectual estadounidense Jaime Manrique Ardila (Barranquilla, 1949), autor de una novela sobre Manuela Sáenz (La vida es como los ríos) la mejor forma de evocar a un escritor es siempre a través de su obra. “García Lorca es uno de esos artistas de quien casi todo el mundo ha oído hablar pero al que, lamentablemente, muy pocas personas han leído a fondo. Su personalidad extravagante, además de la forma tan trágica como murió, desgraciadamente ha opacado sus verdaderos logros y su importancia como escritor de vanguardia. Algunos recuerdan más su sórdido final y no lo otro, lo que rompe el silencio de los tiempos, su obra”. Sobre las razones o las sinrazones que tuvieron sus “enemigos” para matarlo, o “darle un poco de café”, Manrique Ardila dice que Federico, por muchas declaraciones escandalosas que había hecho para defender al socialismo de la república española, y por haberse convertido en una ‘loca pública’, había despertado el odio de los conservadores y reaccionarios españoles. “A mí me da la impresión de que estaba marcado y que sus enemigos querían deshacerse de él, a cualquier precio. Y así lo hicieron, pero su obra ha derrotado al tiempo, una victoria por encima de la muerte”.
POETA Y DRAMATURGO 
Comenta que en la obra literaria de Federico destaca, de tal manera, El poeta en Nueva York, que se le puede considerar como uno de los libros más influyentes de la poesía del siglo XX. “Por ejemplo, gran parte de los poetas Ginsberg, Corso y Ferlingheti, además de otros vates beats, no existirían si estos no hubiesen conocido y admirado a El poeta en Nueva York. Ese poemario y los Sonetos del amor oscuro todavía pueden ser leídos con admiración en este proceloso siglo XXI. Pero el otro García Lorca, el folklórico es menos interesante. Sin embargo, la musicalidad y el colorido de su poesía tradicional influyeron la obra de poetas norteamericanos como Langston Hughes. Como dramaturgo, la trilogía compuesta por Yerma, Bodas de sangre y La casa de Bernarda Alba, fueron esenciales en el desarrollo del teatro de Tennessee Williams, especialmente en su forma para enfocar a los personajes femeninos. Para mí, La casa de Bernarda Alba es una obra maestra, perfecta en su estructura, arrolladora como una tragedia griega, y tan perspicaz acerca de la psicología femenina como las mejores obras de Ibsen y Strindberg. Sus dos obras de teatro surrealista, Así que pasen cinco años y El público se adelantaron al teatro del absurdo de Inoesco y Genet. Tal vez no sean sus obras mayores, pero sí están entre las piezas teatrales más innovadoras del siglo XX".
Manifiesta que “la estadía de Federico en Nueva York, entre el 29 de junio de 1929 y el 4 de marzo de 1930, le fue muy importante en dos aspectos: lo liberó para siempre de los horrores de la homofobia que había encontrado en España, entre otros, de parte de su amigo Luis Buñuel, y le dio permiso para que empezara a escribir acerca de su sexualidad atormentada. También su estadía en Manhattan le permitió entrar en contacto directo con la modernidad de Nueva York, en esos años gloriosos del cine, el jazz, la cultura negra de Harlem y las obras de teatro que enfrentaban directamente a la sexualidad. Además, pudo vivir por primera vez en medio de una comunidad gay como la neoyorquina de esos años. Federico será otro en los seis años venideros, salió del closet, para decirlo en lenguaje contemporáneo y creció como hombre y como poeta. Creo también que él fue también un mártir gay, ya que aunque durante los últimos 30 años se ha hablado y se ha escrito sin tapujos sobre las homosexualidades masculinas y femeninas, las generaciones de los años 50 y 60, las que estuvieron al frente de la generación que luchó por la liberación sexual en Estados Unidos, desconocían en gran parte, con la excepción de Ginsberg, esa saga de su vida. Tal vez ahora lo podamos ver como un precursor".
HOMOFOBIA
 ¿Quiénes mataron a García Lorca? El documental Lorca. El mar deja de moverse, de Emilio R. Barrachina, desvela que la muerte del célebre escritor “nació en el seno familiar”. Ahí se afirma que Juan Luis Trescastros Medina, casado con una prima lejana del padre del poeta y dramaturgo, sería el autor material de su muerte, “Fue quien, después del asesinato, fue contando por ahí que le había metido dos balas en el culo por maricón”, dijo el hispanista Ian Gibson, uno de los historiadores que más profundamente ha investigado este episodio. El documental acredita que la homofobia “como componente político” es también “una de las causas de la muerte del poeta. Siempre se ha tratado de tapar su homosexualidad, incluso por parte de la izquierda, porque un mártir de izquierda no podía ser homosexual”, dice Barrachina. Los orígenes del asesinato estarían fundamentados en las rencillas entre los García Rodríguez, los Roldán y los Alba, las grandes familias de caciques de la Vega de Granada que mantenían viejas rencillas, incluidas discusiones por repartos de tierras compradas a medias, a las que sumaron sus distintas tendencias y ambiciones políticas. O sea que un cóctel de odio, política y homofobia se habría conjugado en una tragedia de la que ahora se cumplen 80 años. Barrachina dijo que se necesitaron dos años y medio de trabajos para realizar este filme, basado en las investigaciones desveladoras realizadas por Gibson, Miguel Caballero y Pilar Góngora. En este documental están las palabras de 25 personas y las de Rafael Amargo, quien declara que a Lorca lo mataron sus primos. “El run, run popular de que los familiares eran los instigadores, ahora se confirma”, dice

La furia de Angélica Escalona

Un teatro danza con el sello de la creadora Angélica Escalona.
Angélica Escalona es bailarina, actriz, coreógrafa y maestra de danza. Nació en Ciudad Bolívar y muy joven se fue a estudiar en la Universidad de Londres y en la London School Contemporary Dance. Han pasado largos 30 años y aún no se rinde. Ahora reaparece con su exótico montaje de teatro danza, La Furia, texto colectivo con supervisión y asesoría de Yovanny Duran y Dairo Piñeres, que presentan en el Celarg.
Es ahora y no antes, porque desde que el Theja salió del teatro Alberto de Paz y Mateos (mediados del año 2006), no tenía espacio ni tiempo para ensayar y mostrar su trabajo. Ahora con La furia reinicia labores 
Eso lo hizo y lo dijo para explicar que por el maltrato, el hambre y el silencio que les imponen algunas sociedades, hombres y mujeres se vuelven furia y clamor antes de atravesar las puertas del olvido.  “Ahí, una sociedad con resentimientos, intenta romper cadenas de la opresión, mientras las calles se llenan de olor a sangre, a muerte y hastío. Todos reclaman el dolor, la pérdida del ser querido y la libertad. El amor se hace más fuerte o se debilita sin esperanza mientras se cierran puertas y se maldice. Las furias se desatan en mi puesta en escena donde el cuerpo habla y recita nuestra poesía a través de la danza, guiado por las apasionadas notas de un piano que dibuja en sus partituras cada cuadro”. 
El espectáculo, bien resuelto físicamente, por Carlos Dimas, Jobana Cáram, Luis Vegas, Tifanny Bández, Gerardo Sorondo, Laura Bández, Oscar Hernández, Lauren Pérez y Michael Ortíz, es una frenética danza, de 40 minutos, sobre un piso de tierra y arenilla para hacer más densa la atmosfera y agredir incluso al espectador y sumergirlo en el drama de esos seres que bailan para testimoniar su desgracia y culminan con una ducha de purificación.
Hay, por supuesto, complejas segundas lecturas de lo que signfica La Furia para el contexto actual, pero eso se lo dejamos a la sensibilidad y a la cultura de los espectadores, quienes por lo general  van más allá de lo que sospechan incluso los mismos artistas.
Los aplausos son modesta recompensa para esos nueve artistas que materializan su furia ante la existencia que les ha correspondido representar. Creemos que Angélica Escalona y su gente deben ensayar más y proseguir esa furia desde la escena por la catarsis que provocan en la audiencia

jueves, noviembre 24, 2016

Balance del FTO 2016

"Donde caerme viva", menorable obra de Elio Palencia.
La tradicional temporada teatral caraqueña entró en hibernación o se enchinchorró hasta enero o febrero del 2017. Mientras tanto conviene proponer la revisión de  algunos de los hitos más importantes del acontecer cultural, como son sus festivales de teatro, esos que se organizan en Caracas y en algunas capitales regionales, porque ahí hay siempre una gran inversión de los dineros públicos y también, en ocasiones, del sector privado; además se convocan a varios miles de espectadores, se estrenan piezas de autores nacionales, se promocionan actores y actrices, también a los  técnicos, y se le muestra a la  audiencia varios consideraciones de carácter ético, moral, social, artístico y político por intermedio de los espectáculos ahí desplegados.
No hay festivales inocentes, por supuesto, ni los de rock o de música urbana. En fin, tales eventos son una verdadera cantera para trabajos de investigación periodística especializada, porque, definitivamente, arrojan información digna de ser analizada o ponderada tanto por los funcionarios culturales –para que planifiquen más y mejor sus proyectos destinados a las comunidades -y por los empresarios  privados que tienen marcas para imponer vender, además que dan luces al resto del mundo de lo que pasa o lo que dejó de ocurrir en este pais petrolero, o en este campamento cuya cultura es petrolera, como dirían César Rengifo y/o José Ignacio Cabrujas. Por supuesto que los intelectuales tienen una importante oportunidad para acrecentar su cultura o visión de pais, cuando dejan de beber café con leche y suspendan el onanismo intelectual que los mantiene en el subdesarrollo, como aquellos que se autodenominan “críticos” y no van al teatro por diversos motivos, algunos frívolos, otros respetables.
Decimos esto porque recién culminó el 34 Festival de Teatro de Occidente (FTO) con una programación de distinguidas agrupaciones de diferentes regiones de nuestro país. Como es costumbre, el evento comprendió montajes dancísticos, infantiles, teatro de calle, salas, talleres, circo y más eventos lúdicos. Además, permitió la inclusión de sectores menos beneficiados por la actividad teatral, proponiendo alternativas de funciones comunitarias, entre otras, en donde agrupaciones teatrales llevaron alegría a los más pequeños. 
Este FTO se desarrolló en el Centro   Teatral de Occidente, en Guanare, y fue extensivo a las co-sedes, desde del 10 al 19 de noviembre, en los Estados Barinas, Yaracuy, Lara, Cojedes y Portuguesa. Se exhibió así para los habitantes de siete municipios y cinco bases de misiones. Fueron 45 agrupaciones artísticas con sus 50 espectáculos que se mostraron en 80 funciones, con no menos de 150 artistas, creadores y el indispensable personal técnico. ¡Qué coraje y qué patriotismo por encima de las artificiales divisiones politiqueras! ¡Qué aprehendieron los miles de venezolanos que lo presenciaron y degustaron!
Este evento se realizó porque lo auspiciaron el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, Misión Cultura, el Centro Nacional de Teatro, el Gobierno Socialista del Estado Portuguesa y su Instituto de Cultura del Estado Portuguesa. Y, por supuesto, el musculo organizativo del evento fue la Compañía Regional de Teatro de Portuguesa, con su director Carlos Arroyo y toda una valiosa generación de relevo, esos venezolanos y extranjeros que, evocando a “La huida a oriente”, no han dejado morir la pasión por la vida y la libertad en esta Tierra de Gracia
Las funciones se efectuaron a lo largo de diez días, entre programaciones de sala, funciones comunitarias, teatro de calle, talleres y en el bar popular “La perra que llora, con los más prestigiosos grupos teatrales y sus sentidos montajes, como aquí reseñamos algunos: La Chamba Teatro: Mi compadre el Alcalde (Caracas). Actividades Alternas: Purgatorio privado con aroma a café (Caracas). Caballo Teatro: La Celada (Caracas).Teatro San Martin: Lirica (Caracas).Teatrela: Donde caerme viva (Caracas). Danzata: Rio enlucerado (Mérida).Teatro Coordinación: Los practicantes, un vuelo, la mujer (Yaracuy) .Dionisiacas Producciones: El camino del Edén (Caracas). La Compañía Nacional de Teatro: Peludas en el Cielo (Caracas).Y la Compañía Regional de Teatro de Portuguesa: Hecho en Venezuela (Guanare).Nosotros hemos visto, aquí en Caracas más de la mitad de esa lujosa nómina de auténticos eventos culturales que ahora desfilaron en Guanare.
El FTO es una vitrina de referencia para las grandes figuras del teatro de América Latina que han pasado por sus escenarios. En este año por razones presupuestarias no hubo grupos foráneos, pero vendrán para las venideras entregas del Festival. Si bien, Guanare es una ciudad pequeña, la constancia, el sacarle provecho a las dificultades y el gran equipo humano, de hombres y mujeres que han fundado este espacio, han convertido a su festival en una tradición, porque ya cuentan con un público que los acompaña permanentemente, que disfruta de funciones a precios accesibles, que se deleita con presentaciones regionales, nacionales e internacionales. Todo esto gracias al mismo entusiasmo que produce el FTO, al número de experiencias que los espectadores han vivido previos al espectáculo. Se ha logrado un hábito, una rutina y sobre todo una conexión con el teatro que se hace en la región.
Así son y así trabajan los artistas venezolanos y solo esperan la respuesta del público, porque sin espectadores no podría realizarse tan magna competencia cultural que cada vez exige más.



viernes, noviembre 18, 2016

Destaca en España el artista venezolano Doriam Sojo

El actor venezolano y su director español
El actor y dramaturgo venezolano Doriam Sujo está muy destacado desde hace una semana en los cinematógrafos españoles, donde lo exhiben, como protagonista, de la pelicula hispana Bollywood made in Spain, del director Ramón Margareto. Ahora al dar el salto a la pantalla grande, este criollo (36 años) cuenta por qué, cómo lo hizo y qué seguirá haciendo.
¿Por qué  en España y desde cuando?
Me vine a España en búsqueda de un crecimiento profesional. En Venezuela si no tienes una ideología política es muy difícil prosperar y como hombre de cultura no suelo casarme con ninguna doctrina. Prefiero tener valores que me ayuden a ser cada día mejor persona y profesional, pero sobre todo, que me abra la mente a tener nuevas experiencias. Aquí estoy desde el 9 de marzo de 2007, justo después de graduarme en la Universidad.
¿Cuál es su balance hasta ahora? 
Positivo. Migrar es duro, y más si sales de tu propio país sin intención de quedarte en otro, pero ahora me siento satisfecho por los objetivos que voy logrando y no me arrepiento. España es un país muy amable y con una gente maravillosa.
¿Qué perdió o qué ganó con la inmigración?
Nunca se pierde, creo que toda experiencia enriquece el alma, aunque quedarme a vivir en España fue una decisión dura. No es fácil dejar la casa y a nuestros familiares y nuestros muertos.  En Venezuela, ya estaba logrando cositas como actor, estaba consiguiendo castings para Colombia y México, gracias a lo que ya venía haciendo en Caracas. Cada vez conseguía más oportunidades como actor en RCTV, pero al cerrarlo... en fin. Aún sigo soñando que estoy en mi país y me suelo despertar con un vacío en el pecho, pero es que en Venezuela, ya no se podía estar. La delincuencia era cada vez peor. La cultura era cada vez más política y el venezolano era cada vez más violento. Recuerdo que mi último suceso en Caracas fue un intento de robo por un niño de unos 12 años...un niño. Con la migración volví a disfrutar de la libertad de hablar con la gente en la calle sin miedo, de caminar por la ciudad sin importarme la hora. De entender otra formas de interpretar, de crear, de trabajar.
¿Cómo fue el proceso de adaptación? 
Compleja. Al principio no me enteraba muy bien, así que me dedique a observar, observar y escuchar. Luchaba cada día por integrarme y hoy por hoy, cuento con muy buenos amigos y amigas, y hasta podría decir que tengo una familia elegida que me brinda mucho cariño. 
 ¿Satisfecho o lo repetiría? 
Repetir como en el 2007, no. Es duro. Satisfecho jamás, trato de no acomodarme. Me gusta ponerme pequeños retos que me motiven a vivir cada día. Quizás iría a otro país por trabajo. Como actor, me gusta mucho conocer nuevas culturas.
 ¿Se lo aconseja a las nuevas generaciones y a las adultas también?
Bueno, yo lo que aconsejo es que lo hagan con cabeza. Que sean consientes de que los que migran son ellos y que deben integrarse. Hay que tener claro que debemos luchar, y dar lo mejor de nosotros cada día, pero sobre todo, ser consientes de que el país que elijas para comenzar un nuevo camino jamás será como Venezuela, así que la nostalgia se convertirá en una sombra que siempre les acompañará,  hay que saber lidiar con ella.
¿Qué hay en el futuro?
Seguir trabajando. Actualmente sigo escribiendo teatro para mi sala en Madrid que se llama "El Burdel a escena", ubicado en corazón de la ciudad, específicamente en Lavapiés. Quiero seguir luchando por mantener la calificación de extraordinario en todos nuestros montajes, lo que nos convierte en una referencia escénica de la cartelera madrileña. Como actor estoy en la búsqueda y a la espera de nuevas oportunidades.  
 ¿Ya eres español?
Si, tengo doble nacionalidad.
 ¿Y Venezuela?
Ufff... No puedo ser objetivo, porque lamentablemente llevo muchos años sin ir. Pero por las noticias que leo casi a diario, lamento por la situación por la que esta pasando. Lamento que no exista una oposición firme, y que el venezolano se deje humillar de la forma que lo hacen .Venezuela debería dejar de ser tan ingenua y luchar por un verdadero cambio. Yo deje de manifestar por la falta de seriedad de los políticos a la hora de exigir derechos y por las rochelas de los manifestantes. Me gusta mucho el humor venezolano, pero creo que todo tiene su momento. Cuando se lucha por el futuro hay que ser serios. El venezolano debe madurar, pero sobre todo debe de dejar de esperar que alguien nos rescate y/o libere. Hay que ser sensatos y menos melodramáticos para conseguir los cambios positivos en la vida. Si ves las noticias, parece toda una telenovela. Hay una nostalgia muy toxica en el ambiente, hay que soltar. Se que el venezolano es inteligente, arrecho y luchador, lo demostramos fuera de nuestro país, por eso si creo en un cambio, pero hay que aparcar los gritos, los dramas y los shows victimistas para conseguir que Venezuela vuelva a ser el gran país que nos merecemos. Debemos de dejar de ser sumisos peones para convertirnos en ciudadanos responsables, sin miedo. Venezuela no es de los políticos, Venezuela es de los venezolanos sin importar raza, ideología y sexo.

Malandros trasnochados

Un espectáculo que con su realismo poético resulta aleccionador.
En una cárcel imaginaria se desarrolla la obra La crema y nata, escrita y dirigida, correctamente, por Elvis Chaveinte, con ejemplares actuaciones de Gabriel Agüero Mariño, Abel García, Ángel Pájaro, Theylor Plaza, Aitor Aguirre, Homero Chávez, Julio César Marcano y Anthony Castillo, quienes son acompañados por Rossana Hernández y Lismar Ramírez. Otra importante producción del grupo Deus Ex Machina que se muestra en El Espacio Alterno del Trasnocho Cultural.
Es una monumental parodia sobre intrigas y crímenes de dos conjuntos de malandros recluidos en una  prisión venezolana, donde a su vez juegan cómo distribuirse el poder que tienen en ese espacio. Hay que recordar obras como Macbeth y Titus Andronicus de Shakespeare y La ópera de los tres centavos de Brecht, cuyos argumentos son tan desproporcionados, y a la vez tan imaginativos, que obligan al público a no fantasear con lo que se muestra sino a buscar, de inmediato, sus equivalentes en la realidad concreta y no en otros escenarios imaginarios para detectar significados. Eso que podría llamarse realismo poético, era lo que buscaban aquellos maestros del teatro, quienes además lo consiguieron sin complicarse la existencia y admitiendo la inteligencia mínima de sus auditorios. Nuestros artistas criollos lo logran, muy satisfactoriamente, más no se les puede exigir.
El espectáculo es obvio, nada mágico ni cosa parecida. Es una estridente teatralización de alguna actividad parateatral carcelaria, pero lo interesante es el juego actoral logrado, así como el ritmo y el alucinante desfile de situaciones hiperrealistas, las cuales oscilan hacia el teatro circense, que van desde un pran semiparalítico que se desplaza en monstruosa bicicleta y el juego de parodia del otro aspirante al poder. Tiene su guiño al racismo: hay un pran  blanco y el otro es negro, en medio de unas coreografías modernas.

No hay tiempo para aburrirse, sino todo lo contrario y se anhela ver como cuentan y actúan sus patéticas situaciones, además con el sonsote malandro. 

miércoles, noviembre 16, 2016

Cardenio de Pulido

Periodista, novelista, poeta y ahora irrumpe en el teatro.
  El personaje teatral Cardenio está de moda. Hace temporada en Buenos Aires, donde nueve piezas de William Shakespeare se exhiben, y también se muestra ahora en Caracas, gracias al periodista y escritor José Pulido (Villa de Cura, 01.11.1945), quien hizo una prolija investigación y optó por escribir su ópera prima, Cardenio herido, para que Marta Velazco la dirigiera correctamente, en pulcra producción de la Fundación Rajatabla, la cual se presenta en la sala Anna Julia Rojas de la Universidad Nacional Experimental de la Artes; gracias al reposado trabajo de  los actores veteranos Pedro Pineda y Carlos Carero, además de los esmerados jóvenes Daniel Landa, Jesús Enrique León Meléan, Valentina Garrido, Sara Scuzzarello y Slavko Sorman; y todo funciona, en menos de 90 minutos, dentro de un dispositivo escénico creado por Asdrúbal Meléndez y Kimiko Suzuki.
José Pulido, con todo el bagaje cultural creado en 44 años de periodismo, seis novelas, dos libros de cuentos y cuatro poemarios, debuta ahora como autor teatral con Cardenio herido, texto inspirado en La historia de Cardenio, una pieza que se le atribuye a Shakespeare. Hizo una investigación exhaustiva y optó por escribir su propio texto como homenaje al autor de Hamlet y Miguel de Cervantes Saavedra, en ocasión de los 400 años de la muerte física de tan excelsos autores de las lenguas inglesa y castellana.
Como escritor, Pulido sabe del valor exacto de las palabras y de lo importante de la originalidad. Reconoce que las casualidades son tan abundantes que ya ni asombran; pero a veces dan qué pensar. “Hace unos meses estaba empeñado en analizar con mucho detenimiento los capítulos de El Quijote donde aparece la historia sobre el cuarteto amoroso de Cardenio y Rescinda, y de Fernando y Dorotea. No he leído jamás que quedó de la obra teatral que dicen escribió   Shakespeare sobre el personaje de Cervantes, pero conozco la escritura de ambos: son brújula de todo sentir y de todo crear. Entonces me dediqué a pergeñar una pieza en homenaje de estos autores, quienes murieron con pocos días de diferencia. No solo los unió el drama de Cardenio: fueron dos seres humanos que se convirtieron en lenguaje”.
Recuenta Pulido que la pieza sobre La historia de Cardenio, la última escrita por Shakespeare que se perdió, no existen sino alusiones, pero se dice que la pergeñó en colaboración con John Fletcher. En el registro londinense de libros, de 1613, se informa que John Heminges, socio de Shakespeare en la compañía teatral Los hombres del rey, fue remunerado después de la representación en la corte de seis comedias, una de ellas era La historia de Cardenio, y afirma que fue estrenada el 10 de mayo de 1613. Volvió a representarse ante el Duque de Saboya el 8 de junio de ese año. “La ficha en el registro es el único dato que se conoce sobre la representación de La historia de Cardenio.
El personaje Cardenio, pues, le pertenece a Miguel de Cervantes y su saga comienza en el capítulo XXIII de El Quijote de la Mancha. Al parecer, Shakespeare leía a Cervantes con interés y decidió hacer una obra de teatro con este capítulo. Thomas Shelton tradujo al inglés la primera parte de El Quijote en 1612.
En el siglo XVIII, Lewis Theobald escribió Doble falsedad o los amantes afligidos y fue un espectáculo muy exitoso, el cual se representó durante muchos años. Cuando falleció, tras haber declarado que había encontrada la obra shakepareana original y que su texto era, pues, una adaptación, el obispo Warburton compró su biblioteca y el texto de La historia de Cardenio desapareció, al parecer como el cocinero del religioso encendía el fuego de su cocina con cualquier papel que tuviera a su alcance y se sospecha que sin saber de qué se trataba, agarró el manuscrito de Shakespeare y lo quemó. Una leyenda urbana más sobre el poeta de Avon.
 Con todo eso que investigó y leyó Pulido fue que brotó Cardenio herido, en cuya saga se revela como Cardenio y Luscinda se aman desde la adolescencia, pero cuando él decide pedirla en matrimonio la envían a trabajar para un duque. Don Fernando, el hijo menor del susodicho duque, enamora y además engaña a la joven Dorotea, pero también enreda en sus mentiras y argucias a Luscinda, con quien se casa. Cardenio huye enloquecido y herido en lo más profundo de su corazón. Un día se encuentran Cardenio y la joven Dorotea sin saber quiénes son y entonces ella dice: “En esta región hay un duque cuyo hijo menor es un traidor engañoso. Me juró que me amaba y que sería mi esposo y se aprovechó de mi debilidad momentánea. Luego se alejó y se casó con otra”. Entonces pronuncia el nombre del traidor: “Se llama don Fernando” y la obra avanza hacia su cima dramática más elevada, cuyas jóvenes parejas y sus padres, verán como sus destinos se cruzan en una obra llena de humor, pasión y mucha música”.
No hay duda que novel dramaturgo Pulido captó la esencia del texto cervantino y lo desarrolla, dentro de las categorías aristotélicas y sin mayores audacias. La veteranía con el oficio literario le permitió crear unos diálogos ligeros y poéticos, de tal manera que le sirvieron a la directora Velazco para un buen desempeño, ayudado además por los comediantes criollos que la secundaron.  Creemos que el montaje –el cual transcurre en un escenario desangelado y carente de elementos evocadores- requiere de más funciones para los ajustes normales de la acción escénica, pero el público puede ya disfrutar de una obra escrita por un venezolano sobre un personaje que tiene dos padres tan importantes, como Cervantes y Shakespeare.
.Además, en este montaje de Cardenio herido, logrado gracias al aporte fundamental que le hizo el aragüeño Pulido, se convierten en personajes teatrales los genios del inglés y del castellano: Shakespeare y Cervantes. Ellos comentan y presencian lo que ocurre, cual divertidos voyeristas. Ahora los caraqueños los verán y lo más seguro es que aplaudirán, porque ayer, como hoy, el amor es lo único por lo cual vale la pena vivir y sufrir otro tanto, porque el amor es esa curiosa trampa que ha prolongado   la especie humana desde la época de las cavernas, para fijar un punto de arranque.
SHAKESPEARE EN ARGENTINA
“Vivir es actuar obras de Shakespeare”, lo dijo alguna vez el crítico Harold Bloom. Y si hoy resucitara encontraría a sus personajes dando vueltas por Buenos Aires, donde ahora hay nueve obras suyas en cartel. Pero es mucho más que un homenaje a 400 años de la muerte del escritor sinónimo de teatro en todo el mundo. La pasión shakespereana va mucho más allá, puntualiza una crónica del diario Clarín. El desafío de enfrentar un clásico y, a la vez, la adrenalina de lograr algo nuevo con eso, es uno de los motores que animan a los que, este año, se metieron con sus obras: Martín Flores Cárdenas dirige Otelo. Pero como sus textos son sólidos y ricos como pocos, hay otra versión de esta tragedia: un Othelo, con hache y un subtítulo que aclara: “Termina mal”, su director, Gabriel Chame Buendía. Sacarlo del “museo” y traerlo a la calle, como en sus orígenes, es el objetivo de Francisco Civit que dirige Ricardo III. Otro que vivió en la tierra natal del escritor la experiencia shakespereana es Patricio Orozco, quien dirige Cardenio, que está en escena por primera vez en Buenos Aires. Juan Gil Navarro también fue atrapado por la “locura shakespereana” con Shakespeare todos y ninguno.  Y hay otro rey inglés en un escenario porteño: Rey Lear, que dirige Martín Barreiro. Para Alfredo Martín, director de La tempestad, la elección tuvo que ver con los conceptos del enemigo y la traición. Gonzalo Demaría es autor y director de Sangre, sudor y siliconas, basada en Tito Andrónico.  Para Mónica Viñao, directora de Señora Macbeth (texto de Giselda Gambaro en una versión de Macbeth), la belleza del material radica en la potencia de los personajes. Además de su teatro, hubo en escena poemas como Conjuro de Venus y Adonis, que dirigió Viviana Foschi. Todos piensan reestrenar en 2017, porque para las grandes pasiones humanas y también sus miserias, hay un gran espejo: William Shakespeare.

martes, noviembre 15, 2016

"Desde allá" sigue cosechando premios

Ahora espera ganar o quedar entre las favoritas del Oscar 2016
El filme criollo  Desde allá , dirigido por Lorenzo Vigas, se alzó con el Premio del Jurado a la Mejor Película de la segunda edición del Festival de Cine Venezolano de Buenos Aires, FECIVE 2016, evento cultural y cinematográfico que se llevó a cabo del 3 al 9 de noviembre en los Cines Hoyts Abasto de la capital argentina.
La comisión encargada de evaluar los nueve largometrajes de ficción y documental en Competencia Oficial, conformada por el distribuidor de cine local Bernardo Zupnik, el actor y cineasta Iair Said, y el periodista Alejandro Sammaritano, señalaron que  Desde Allá  se destacó por presentar una “impecable propuesta estética y cinematográfica, además de una poderosa y a la vez sutil narrativa de un drama marcado por las carencias afectivas de sus personajes”, interpretados por el chileno Alfredo Castro y el joven venezolano Luis Alejandro Silva.
La ópera prima de Vigas, postulada por Venezuela a los Premios Oscar de la Academia 2017, también obtuvo el respaldo de los espectadores y se llevó el ansiado Premio del Público. 
El reconocimiento al Mejor Cortometraje del certamen, también escogido por el jurado, lo compartieron  El Galón  de Anabel Rodríguez y  La culpa, probablemente , dirigido por Michael Labarca. Por su parte, la pieza de animación  Chirino  de Jean Charles L’Ami, se alzó con el Premio del Público que asistió a las salas a ver cine venezolano. 
Primera edición en Chile
Esta semana, del 17 al 20 de noviembre, el Festival de Cine Venezolano se traslada a Santiago de Chile para presentar por primera vez en la Cineteca Nacional del Centro Cultural Palacio de la Moneda una destacada muestra de la cinematografía criolla.
Los organizadores de FECIVE esperan expandir este proyecto cada año y llegar a más rincones de Latinoamérica con producciones de distintos géneros y temáticas, ejemplo del crecimiento del imaginario audiovisual que ofrece Venezuela como aporte local y regional. 
La muestra de esta primera edición del certamen en Chile está conformada por los filmes  Desde allá  de Lorenzo Vigas,  La distancia más larga  de Claudia Pinto Emperador,  Liz en septiembre  de Fina Torres,  El desertor  de Raúl Chamorro,  La Hora Cero  de Diego Velasco, Paquete #3  de Alfredo Hueck, además de  Piedra, papel o tijera  y el documental  Los 10 de C4 Trío , ambos dirigidos por Hernán Jabes.
FECIVE 2016 tiene por objetivo darle exposición al cine venezolano en el exterior y estrechar lazos cada vez más fuertes entre el mercado de coproducción y comercialización regional. Esta iniciativa de la organización repercute a favor de un proyecto en común, del intercambio y del encuentro entre culturas. 
La variedad de géneros e historias contadas a través de los largometrajes que formaron parte de la selección oficial de la segunda edición en Buenos Aires, permitió ofrecer espacios de debate y discusión, que incluyeron la participación de docentes de la Fundación Universidad del Cine y de la Universidad de las Artes, de reconocidos actores porteños como Gastón Cochiarale (El Clan), Guadalupe Docampo y los venezolanos Marisa Román y Magdiel González, y activistas de la comunidad LGBT como Belén Arena, Valentina Godfrid y Sofía Elliot..

lunes, noviembre 14, 2016

Juvenal Ravelo muestra obras recientes

Una obra  prototipo y su creador.
Luego de su reciente participación en ferias de arte en Nueva York, Miami, Lima, y una exhibición individual en Madrid, el artista venezolano Juvenal Ravelo presentará en Caracas su más actual producción creativa, en una exposición titulada  Juvenal Ravelo. Obras Recientes, para  ser inaugurada el domingo 20 de noviembre, en el Centro de Arte Daniel Suárez, .ubicado en la Avenida El Ávila con calle San Miguel, Quinta Veneyork, en la Alta Florida. El horario de exposición es de lunes a domingo de 11:00 a.m. a 4:00 p.m. La entrada es libre.

La muestra –que podrá ser visitada hasta finales de año– está conformada por unas 30 obras de diferentes formatos, a través de las cuales se puede apreciar la riqueza de herramientas cinéticas que Ravelo ha desarrollado en la experimentación visual realizada a lo largo de su trayectoria, como la serialización de la figura geométrica, la exploración del color por contraste y armonía, y el uso del espejo-color.

Para esta exposición, según indica el artista, “la incorporación cromática con presencia protagónica se produce por la influencia visual del colorido de la flora y fauna predominante en mi tierra venezolana: bosques, montañas, selvas, mares y lagos con una diversidad infinita de colores y  tonalidades, matizadas por la luz tropical que, por evocación, invaden mi memoria, para manifestarse en superficies cinéticas construidas con variados materiales que expresan formas de geometría plástica, integrándose con partículas luminocromáticas, como acontecimiento de otra visualización en movimiento virtual”. 

Considerado uno de los principales exponentes del arte cinético de América Latina, Juvenal Ravelo ha estructurado su lenguaje plástico a partir de la fragmentación de la luz y del color, la cual afirma haber alcanzado utilizando un elemento reflectante reducido a su mínima dimensión, de manera que el tono monocromo del objeto que se anima con el colorido ambiental, se rompe y establece sobre la superficie de fondo un volumen aparente.

Las piezas creadas por el maestro Ravelo en los últimos años han sido realizadas en los talleres del Centro de Arte Daniel Suárez, desde la  digitalización de los bocetos creados por el maestro Juvenal Ravelo, a fin de facilitar su registro y realización, hasta la selección de técnicas y  materiales empleados para su perdurabilidad.

“Nuestra vocación de artesanos del arte viene acompañada con la implementación de tecnologías de avanzada que permiten al creador evolucionar en su exploración plástica. Lo que resulta patente en las obras del maestro Ravelo que forman parte de la presente muestra y cuyo acabado refleja una evolución significativa en su investigación óptica y en el tratamiento de los materiales y procedimientos para alcanzar la anhelada perfección”, expresa Daniel Suárez, director del centro de arte.

Premio Nacional de Artes Plásticas de Venezuela 2008, este importante creador nacido en Caripito, estado Monagas, ha desarrollado una fructífera y reconocida carrera artística por más de seis décadas, durante las cuales ha exhibido su obra en museos y galerías de Venezuela, Francia, Italia, Noruega, Dinamarca, Suecia, España, Perú, Estados Unidos, Colombia, y otros países.

Durante los últimos años se ha dedicado también a desarrollar propuestas destinadas a la integración de la comunidad al hecho artístico, creando obras de arte en espacios abiertos, como son entre otros, el mural “Módulos Cromáticos” a lo largo de la avenida Libertador de Caracas, y dos murales realizados en Francia para VI Bienal de Arte Contemporáneo y Monumental en Borgoña, por los que fue condecorado por parte de Monsieur Louis Poncet, Alcalde de Marcigny.





El cine venezolano se pintó de “Azul como el cielo”

Se hace camino y con ese tránsito se produce cine criollo
Llego la la gran pantalla una historia familiar con la película de Andrea Ríos, Azul como el cielo , una historia aleccionadora sobre la paternidad.Para el año 2012 Andrea Ríos tenía en sus manos un guión en el que venía trabajando hacía algunos años, una historia inspirada en una persona cercana, cuya experiencia familiar había sido motivo de reflexión para la directora.
Azul como el cielo  es el resultado de ese esfuerzo, ahora materializado en una película sobre la paternidad, vista desde múltiples aristas: la ausencia, ser padre a temprana edad, el reencuentro y el perdón, contada a través de una familia merideña enfrentada a una difícil situación que cambió el rumbo de sus integrantes.
“Quiero transmitir primero que la relaciones humanas se establecen desde la austeridad, que por más que nosotros tratamos de dar lo mejor, el otro siempre está insatisfecho y si sacamos lo peor, ¡es peor!. Lo que creo es que tenemos que buscar la medida justa a la hora de amar, ni dar mucho ni dar poco, aprender a respetarnos”.
El estado Mérida, y sus bellos paisajes como el Páramo, Lagunillas, Tabay, Los Pinos y Mucubají, fueron el lugar donde se filmó la película. En esa región de los andes estuvo el equipo por más de un mes en busca de los protagonistas juveniles del largometraje. Jeixon Guillén, Luis Valiente y Salomé Orfila, fueron los seleccionados para darle vida a la familia, talento merideño que asumió el reto de encarnar a los hermanos adolescentes Diego, Alex y Sacha, una niña de 6 años.
Diego de 14 años tiene que enfrentarse a temprana edad a la paternidad, su intérprete Jeixon Guillén agradece a su directora por la oportunidad. “Esta historia habla más que todo de la relación familiar, el conflicto familiar, la paternidad, porque muchos chicos ahorita no saben cómo ser padres (…) La película refleja esa parte de la paternidad creando más que todo un poco de conciencia”.
Luis Valiente, quien había tenido un acercamiento a la actuación con el teatro, encarna al mayor de los hermanos, Alex, un joven que asumió la ausencia del padre en su hogar. Azul como el cielo, tiene un mensaje muy bonito, para la familia, para los jóvenes que son padres siendo todavía muy chicos. Estoy muy feliz, de la oportunidad (…) Para mi es un gran orgullo estar aquí”.
El filme que contó con el financiamiento del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC), en la modalidad “Largometraje de ficción”, tuvo en el elenco a dos experimentados actores: Juliana Cuervos como “Mara” y Francisco Denis como “Eduardo”.
Para Juliana Cuervos la enamoró del proyecto intentar llevar un mensaje aleccionador: “Me atrapó de la historia tener una visión femenina en el guión escrito por Andrea (…) Es hacer un llamado a la reflexión y a la redención, a mantener la convicción y la confianza en que los vínculos se pueden restaurar”.
Ficha Técnica
Dirección y Guión: Andrea Ríos.Productor: Javier Beltrán. Co- Productores: Andrea Ríos y Adolfo López.Edición: Javier Beltrán. Dirección de Producción: Carlos Marchán. Dirección de Fotografía: Antonio García. Dirección de Arte: Javier Martintereso. Diseño de Vestuario: Ghislaine Latorraca.Dirección de Actores: Carolina Riveros.Maquillaje: Gustavo González.Música: Roberto Tarzieris.Diseño de Sonido: Eleazar Moreno
Ficha Artística
Jeixon Guillén, Francisco Denis ,Luis Vaiente, Juliana Cuervos, Salomé Orfila, Bárbara Gutiérrez.



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sábado, noviembre 12, 2016

El pez de Chalbaud sí fuma

Ibrahim Guerra cuenta los dias que le quedan para el estreno del texto chalbaudiano.
Por quinta vez, en 48 años, se presenta la obra El pez que fuma, de Román Chalbaud, desde el 9 de diciembre en el teatro Nacional. En esta ocasión, la Compañía Nacional de Teatro, que comanda Alfredo Caldera, la produce y la dirige Ibrahim Guerra, quien respondió así a nuestras preguntas:

¿Cómo llega “El pez que fuma” a sus manos?
Conozco la pieza desde el mismo momento en el que se preparaba su estreno mundial en el Nuevo Grupo, en el año 67. Se estrenó, dirigida por su autor, un año después. Egresaba yo de la Escuela de Capacitación Teatral de la Universidad Central a la vez que culminaba mis estudios de Ingeniería. Venia de trabajar al lado de quien fuera mi maestro durante tres años en la escuela, César Rengifo. Con él participé en la creación del Grupo Escénico de Caracas, y trabajé como actor y utilero en su pieza Los hombres de los cantos amargos, con la que participamos en el importantísimo Tercer Festival de Teatro Venezolano.  Salitas era el escanógrafo. Me hice muy amigo de él. Se convirtió, gracias a esa amistad, en mi consejero en eso de comenzar a transitar el camino del teatro profesional. A él, el Nuevo Grupo le había encargado la escenografía de El pez que fuma, que sería el segundo o tercer espectáculo de esa agrupación desde que "La Santísima Trinidad" lo fundara. Me mostró los diseños. En esa época todos los que nos iniciábamos, y muchos, creo que todos los que hacían teatro en Venezuela, veían en Román a una gran figura, al escritor, al director, al hombre de teatro por excelencia, el más importante del teatro venezolano, y más, cuando que ya en ese mismo tercer festival había estrenado su pieza Los ángeles terribles, que a todos nos impresionó. Su lenguaje, su temática, su estética, su esperpéntica resolución dramática. Su poesía, que brotaba de los oscuro y sórdido de sus personajes y del recinto en que se movían. Me deslumbré con los diseños de Salitas. Aluciné cuando me dijo que el espacio era un burdel, que usaría una Santamaría de verdad, que se mostrarían actrices haciendo de putas. Para la época, era una propuesta alucinante. Luego asistimos al estreno. Mi asombro por la pieza aumentó. Esto me hizo ver que en el teatro se podía mostrar, desde la poesía, desde la ficción, la más cruda realidad, y que esta pareciera verdadera a los ojos de los espectadores. Comenzó a crecer en mí la idea del hiperrealismo, del ambiente real, de la verdad cruda en escena. Me fui con esas ideas a la televisión, y comencé a intentar como productor y director de dramáticos que en lugar de las tradicionales paredes de cartón, se construyeran con bloques y ladrillos verdaderos, o con materiales que los simularan.
Por primera vez, en la televisión venezolana, con Campeones, de Guillermo Meneses, adaptada por Cabrujas, se usaron materiales verdaderos. Luego, la película de El pez. Este es otro asunto en el que sí me vinculé directamente. En 1976, yo trabajaba como crítico y cronista de espectáculos para el diario El Universal y para la Revista Kena. Por una extraña razón, creo que por la misma impresión que la obra me había inspirado, pedí asistir a las filmaciones para reseñar las jornadas. Estuve en el burdel de Mamo en el que se filmó, y que ya yo conocía desde mi juventud, pues mi familia es de La Guaira. En el rodaje veía cómo los actores se transformaban en personajes. Recuerdo con mucha emoción los silencios que se producían en el momento de rodar, y los personajes cobraban vida dentro de ese ambiente cerrado, denso y sórdido del burdel. Y, ciertamente, sentí la verdad de la obra. El sonido, las voces del director, de los actores, la interrelación lúdica, inmediata, de ellos entre sí y con el espacio. Era una sensación de realidad abrumadora. Estuve en la escena de la muerte de La Garza. Cuando se disparó la pistola empuñada por Dimas, el sonido fue atronador. Perforó no solo los tímpanos, sino el alma misma de todos los que allí estábamos. Una vivencia y una experiencia cinematográfica que se convirtió en vida. El pez, entonces, todos lo presentíamos, pero lo comprobamos en ese momento, estaba destinado a marcar un hito en la historia del cine nacional. Pasó el tiempo, y Alfredo Caldera, director de la Compañía Nacional de Teatro, y para su reaparición en escena, me invitó a dirigirla. ¿Cómo decirle que no? 
¿Tiene vigencia este texto o ha sido superado por la mecánica social y las costumbres?
La obra ocurre en 1968, y no sé si por estrategia o por picardía dramatúrgica, específicamente, el 10 de octubre, día del nacimiento de Román, en Mérida de 1931. Esto demarca ya de por si un contexto histórico, y, desde luego, social. Pero la obra no habla ni se recrea en la historia patria. Se desarrolla dentro de su propia circunstancia argumental. Esta época, siendo la obra estrictamente venezolana, se desarrolla dentro de una Venezuela resplandeciente por el brillo petrolero, que vivía en la abundancia, en la riqueza, en el derroche. Es significativo que a una de las paredes del burdel le hayan crecido hongos. Yo la tapo en el montaje con un cuadro de un campo petrolero, que vende un vendedor de baratijas. Este y otros detalles hablan claramente de que se trata de una casa gastada, empobrecida y marginal, en medio de ese mundo de oropel. De otro aspecto de esa riqueza bullanguera y trivial de la Venezuela de los sesenta, pero sus personajes no están dentro de esa mecánica oficial, enriquecida, que caracteriza el medio social que los circunscribe. Están marginados, por lo que no es difícil suponer que posean sus propias formas de vida. Conforman una especie de estado paralelo, que tiene sus leyes y normas, y en el que la economía se rige por las cifras escritas en papelitos en los que se anotan los consumos de los clientes del burdel. La Garza, la dueña, los contabiliza y administra: "3.25", "8.50", "9", "16", "35". "6.75", etc. No es una economía formal, es un parasistema administrativo propio, en el que está prohibido que las putas firmen vales, pero, que, sin embargo, y a la usanza del Estado oficial, se hacen, para extraer a escondidas de la dueña, dinero de la caja registradora, valga decir, de las arcas del burdel.
SITUACION PAÍS
Hay muchísimas señales en la pieza, de que pudiera pensarse que se trata de una recreación firme de una situación país. En el tráfico de influencias, en el ejercicio del poder a través del sexo, de las relaciones y tratos sobre colchones desvencijados y manchados de sangre seca. Todas podrían identificar a una Venezuela que luce corrompida, sin historia. En este sentido, si se puede decir que la obra marca un momento histórico. ¿Superado? No lo sé, ni tampoco le corresponde a obra, ni a mí, como director, determinarlo. Ella marca ese momento, y yo lo asumo con propiedad vivencial, y calidad de testigo de excepción. Pero, tal vez esa no sea esta la intención de la obra, sino, simplemente, contar lo que ocurre en un burdel, con putas de vaginas frágiles y corazones ardientes que lo habitan. Yo pienso, desde lo personal, que el país sigue funcionando con los mismos mecanismos de la desvergüenza, porque, no creo que sea un asunto de época, ni de política, buena o mala, sino de cultura, de forma de ser. 
¿Cómo describe este montaje? ¿Cómo lo enfrenta? ¿En qué época transcurre o es atemporal?
La pieza se ha montado muchas veces, siempre bien. Hay una razón primordial para eso. Como decimos en el teatro cuando una pieza es excelente, "se monta sola". Pero yo quise hacerla distinta a todas, incluso, también a como la montó su autor. Él siempre me ha dicho, a raíz de mi montaje de La quema de Judas  que le encanta mi estética. Ojala siga pensando igual con el Pez. El montaje no es atemporal. Hice especial hincapié en acentuar los elementos de época, tanto del texto, como en algunos de caracterización. No en ambientación. Este es otro aspecto de la estética en la que nos movemos. Se mantiene fiel a la época tratada, porque creo que la Venezuela de hoy en día, para bien o para mal, es otra completamente distinta a la del año 68. Venezuela cambió a raíz de Chávez. Eso es un hecho indiscutible, pero, tal vez, el deseo consumista siga siendo el mismo, aunque no ejercido de la misma manera, y por la misma gente, o clase social de antes. Ahí está la vigencia universal y eterna de la pieza. Muestra un universo que está latente en todos los venezolanos y que muchos añoran, y que, de hecho, es la que el mundo conoce cuando describe a Venezuela como el país más rico del mundo, ahora empobrecido. Esto no era ni es cierto del todo. Sí, es verdad, Venezuela nadada en la riqueza, producto de su abundancia, pero había pobreza, había moho en muchas paredes, y había burdeles en los que se ejercía abiertamente la prostitución, manchas que el petróleo lograba cubrir. Muchos de estos aspectos aún persisten en nuestra esencia anímica, en nuestra mentalidad venezolana, y seguirán existiendo mientras sigamos añorando la riqueza y el resplandor ardiente de los fuegos infernales y efímeros que generan los pozos petroleros. Mientras sigamos atados a ellos, tanto en lo financiero como en lo mental, seguiremos prostituyendo nuestras ilusiones, porque nos alienta el dinero y no la producción. Nos alejábamos, sin darnos cuenta, del saber. Las palabras dejaron de servir para algo, el consumismo, la diversión, el circo, los intentos, fallidos o no, de subsistencia, y, por último, las contiendas políticas, nos alejaron y alejan de nuestros propios y personales horizontes de creatividad y de vida. No las cuestiono, pero me inspiran mucha tristeza.
¿Cómo ha sido su resolución escénica?
A diferencia de la obra original, que transcurre en un solo ambiente, el bar del burdel, planteé el montaje ese y otros espacios del recinto, tanto internos como externos a él.  Habitaciones, depósitos, una calle anexa, espacios carcelarios. Incluso, a la referencia argumental de otro burdel en la obra, "El Canario", tratamos de abrirle un espacio propio dentro del aparato escénico del montaje. Esta redimensión espacial de la pieza nos permitió plantear su visión desde las diferentes aristas, y mover las escenas y sus sucesivos y constantes cambios de estados anímicos de los personajes según sus condiciones ambientales. Una habitación de un burdel es completamente distinta al bar, o al depósito de gaveras a la hora de un acto de amor o de violencia. Se logró mayor libertad de expresión, tanto dramática, como estética y actoral. Supuse que los actores, con un estricto ceñimiento a una técnica precisa, se sentirían más cómodos tratando asuntos pasionales en la intimidad de una habitación. Así, el espacio escénico se diseñó sobre la base de niveles verticales y horizontales, que muestran todos los espacios requeridos. Resultan muy demandantes, porque el esfuerzo físico de los actores se duplica o triplica. En esto, el trabajo de Armando Zullo resultó invalorable. Creó una arquitectura escénica compleja, funcional y de gran magnitud espectacular. Es la segunda vez que trabajo con él, y, de verdad, ha sido una gran ayuda su gestión de resolución y diseño. A mí me sorprende. Adicionalmente, Alfredo, con quien he trabajado todos mis últimos montajes, se va a encargar de la iluminación. 
¿Cómo ha sido el trabajo con los dos elencos?
Delicioso, pero sumamente difícil. Ante las circunstancias con las que comenzamos el trabajo con el elenco escogido por la Compañía, traté de hacer un experimento, que creo que ha resultado fructífero. La Compañía Nacional de Teatro convocó a pruebas a quienes quisieran participar en ella. Aparte de dos actrices, Aura Rivas y Francis Rueda, que desde luego, no las hicieron, porque, por el contrario, gracias a ellas dos, se promovió esta segunda edición de la empresa, quedaron en el elenco estable, entre actores y actrices, unas 30 personas, en su mayoría, de un calibre profesional extraordinario. En este sentido, me tocaba a mí seleccionar a quienes yo considerara más adecuados para interpretar la pieza de Román. De los muchos riesgos que he tomado, y de los que soy capaz, este es el que menos hubiese deseado en mi vida. Me parecía una atrocidad que fuera yo el que le creara a alguno de estos actores y actrices la frustración de no estar presentes en el espectáculo inaugural de la Compañía, en la que tantas expectativas y ganas de mover sus carretas tienen, y, más, de participar en una pieza fundamental en el teatro venezolano, que, en algunos aspectos, considero, la más. Tomé una decisión drástica, que fue aceptada por los directivos, de que todos la hicieran. Era un reconocimiento justo a sus trayectorias y un homenaje muy merecido que todos le harían a Román. Supe de antemano los riesgos de esta decisión, pero, pensé que para eso estaba, para enfrentarlos, y para eso, supongo, me llamaron a mí, para resolverlos. Lo primero que hice fue valerme de ese amor-odio que yo sé que género. Les plateé a todos durante la primera reunión que tuvimos, que fueran ellos los que decidieran que quienes no quisieran trabajar bajo mi dirección, que no lo hicieran. Esto me libraría a mí de la casi necesidad de tener que prescindir de algunos. Para mí fue una sorpresa que ninguno quiso salirse. 
COMO JESÚS REPARTIENDO PECES 
Ahí se me enredo el guaral, porque la pieza no da más que para 14 actores. Ya yo tenía en mente a Francis para la Garza, a Aura para la Argentina, y a un hombre de teatro que admiro con el alma, Antonio Cuevas. A él lo tenía pensado, desde mi óptica particular de lo dramático, para el Profesor. A estos tres personajes, que considero ya desde la pluma de Román, adorables, les cree nuevas circunstancias argumentales para, si cabe, robustecer y afianzar aún más sus discursos dramáticos. Para mí, estos tres intérpretes eran imprescindibles, y, en los tres casos, por fortuna, en el elenco estaban Daifra Blanco, Norma Monasterios y Trino Rojas, que también se encuadraban perfectamente, dentro de mi visión, en los personajes. Nos tocó a todos desarrollar una adecuación tonal en cada uno de ellos para que sus voces funcionaran como lo requiere la proposición estética del montaje. La exacerbada teatralidad de tres actores, Andy Pérez y Jesús Hernández y Ludwig Pineda, con quienes no había trabajado antes, pero que los conocía por sus respectivos trabajos anteriores, encajaban perfectamente dentro de lo que me propuse. Jesús había sido mi alumno en el instituto de teatro, Andy había interpretado mi Fedora, y de Ludwig, tengo constancia de su abultada trayectoria. Pensé y desarrollé la versión del montaje para estos nueve intérpretes. Los procesos de lecturas y análisis de la pieza original y de la versión, nos llevaron a todos a una nada fácil, pero sí muy cómoda adecuación del resto del elenco en los distintos personajes de la obra, que por su riqueza, permiten múltiples visiones actorales. Citlalli Godoy y Larry Castellanos desarrollaron una dificilísima construcción del Ganzúa, personaje emblemático y reiterado en algunas piezas de Román. Una especie de ser rastrero, que, según él mismo dice, "todo lo sabe, y lo que no sabe, lo adivina". Cercano a La Comedia del Arte, o al esperpento valleinclanesco, resultó de muy difícil resolución, porque adicionalmente, le faltan las dos piernas. El trabajo corporal es exhaustivo. Keudy López, fue una verdadera sorpresa, no lo conocía, pero su Batman, el vendedor ambulante, callejero y embaucador, es magistral. Él, además, es el encargado de realizar los arreglos y de la interpretación al piano de los segmentos musicales del montaje, que dirigen Norma y Jesús. Los acompaña Francisco Aguana, quien creó una particular característica para componer el Robín. Arturo San, de una inteligencia implacable, no solo interpreta varios personajes, siempre en diferentes elencos, sino que, además, me ayuda en la dirección del batallón. Un excelente lugarteniente. Juliana Cuervo, de una inteligencia brutal y María Tellis, que supongo imprescindible en todos los elencos futuros, interpretan a la Marlene de la obra. Dentro de la maestría de los actores del elenco, ninguno contaba con las características de pubertad que requieren dos personajes, Juan y Selva María. Citamos a cuatro actores, que, no habiendo quedado seleccionados en el elenco estable, forman parte del emergente, Ángel Pelay, Nitay La Cruz, Marcela Lunar y Oriana Martins, para escoger de ellos a esos dos intérpretes. Los dejamos a los cuatro. Se integraron con las mismas ganas y desempeño de los estables. Pero la verdadera sorpresa para mí fue Jean Manuel Pérez. Si de alguien pudiera decir que es un intérprete integral, es de él. Su larga trayectoria en la danza, en la música, siempre en roles dramáticos, le otorgan las características ideales para interpretar el nada fácil Jacinto, que emblematizó tanto en el teatro como en el cine, lo cual constituía para mí, quizá, la mayor dificultad del personaje, el legendario José Salas. Con este elenco me siento en mis orígenes. Me da la impresión cuando los dirijo de estarlo haciendo con un verdadero Teatro Universitario, con la notable particularidad de que estos actores del Pez tienen muchos kilómetros de recorrido.
¿Y después que pasará con Ibrahim Guerra?
Nada que sorprenda a nadie, ni siquiera a mí mismo. Dejé durante el periodo de montaje de la pieza de asistir a tres eventos importantes para mí, ya que en los tres se representan obras mías. Barcelona España, Bogotá, Colombia y Santo Domingo República Dominicana. Incluso, tenía previsto ir a Filadelfia para resolver el casting del montaje de A 2,50 la Cubalibre, que se estrena en esa ciudad el año próximo, pero tomé la decisión de enfrentar en mi país el montaje de El pez que fuma, por dos razones. Una personal, la obra. La historia es larga, solo puedo decir ahora que tanto ella como su autor me marcan de manera significativa. Con ella entendí el teatro de otra manera, supe que en él los personajes debían hablar de sus pasiones, de sus circunstancias, de sus recuerdos, pero para vivir su presente, su inmediatez, su momento actual, de manera real, lacerante, con desenfado, de manera abierta y altanera, y, sobre todo, con mucha sinceridad. Solo eso provoca la confrontación, el conflicto, el drama. Si no hay sinceridad en los personajes, para la verdad o para la mentira, no hay verdad escénica, por lo tanto, tampoco hay teatro. En este sentido, Román se convirtió para mí en ese momento en el ejemplo claro de lo que es teatro quien lo sucesivo a mí me gustaría hacer, escribir y montar. ¿Cómo decirle que no esta maravillosa oportunidad de estar junto a él, con la venia absoluta de libertad creativa que me otorga, y con la posibilidad da de ingresar por primera vez a la Compañía Nacional del país? Imposible. Todos mis otros compromisos y planes   quedaron supeditados a esta nueva experiencia de mi vida en el teatro. La otra es volver al teatro con un elenco estable y la posibilidad de realizar un producción severa, como era costumbre, y, que, desgraciadamente, ya no es posible.