jueves, marzo 31, 2016

Palometas peludas vuelan en Maracaibo

El director Carlos Arroyo estrena al dramaturgo Gustavo Ott.
Los temibles vuelos de las mariposas palometas peludas han retornado. Ahora no serán en la región oriental venezolana sino, primero, en el Zulia, después en Caracas y, quizás, en otras regiones. Que no cunda el pánico ante la reaparición del peligroso lepidóptero distrisio o hylesiua metabus y sus pelos que producen enfermedades epidemiológicas entre las que destacan: erosiones, alergias en la piel y conjuntivitis; en algunos casos estas afecciones están acompañadas por fiebre y trastornos respiratorios.
En esta ocasión las siniestras mariposas son la preocupación de solo cuatro venezolanos, personajes de la pieza teatral Peludas en el cielo, de Gustavo Ott, la cual será estrenada los días 7 y 8 de abril en el teatro Baralt de Maracaibo con los actores Luis Domingo González, Aura Rivas, Francis Rueda y Vanessa Vázquez, dirigidos por Carlos Arroyo y con el dispositivo escenográfico del finado Rafael Sequera.
 Cuenta el director Arroyo (Chabasquén, 14 de octubrede 1965, Portuguesa) que la pieza transcurre  en este temible siglo XXI,  en la poblaciòn de Piacóa, Delta del Orinoco, al noroeste venezolano, en la humilde casa de las Pacheco (Mariana y Yesenia), donde coinciden la maestra Rita y el amigo Luis Domingo Gonzàlez. Estos personajes, amantes de la libertad pero conscientestes de las limitaciones que tienen por sus precarios recursos econòmicos, superan cualquier asomo del aburrimiento cotidiano recordando los tiempos idos, paseàndose por las inconmensurables páginas de la poesia universal y la que la ellos mismos pueden componer o armar, y especialmente sueñan con todo lo que podrian hacer, como viajar a Parìs, si se ganan la loteria para lo cual compraron un billete. Pero se les presenta un delicado problema: cómo dominar la invasion de mariposas peludas que les pueden destruir todos sus anhelos si llegan a enfernarse con la plaga que ellas transmiten y mucho más ante las  naturales carencias de medicinas adecuadas para curarse.
Por supuesto que las palometas peludas son una metáfora del autor que le propone a sus espectadores venezolanos, porque las incómodas mariposas son algo más de lo que representan fisicamente. Y aquí invitamos a los lectores, eventuales espectadores del susodicho montaje, que se paseen por lo que dice  o propone Albert Camus en sus piezas La peste y Estado de Sitio.
Para Arroyo, el dramaturgo Ott (Caracas, 1963) es un digno heredero de la escuela teatral de Jose Ignacio Cabrujas porque toma personajes y situaciones venezolanos y los recrea dentro de un espacio simbólico  para desarrollar sus tareas escénicas, que siempre son críticas y que en está pieza su mayor conflicto son las palometas peludas y todo lo que ellas ocasionan y el peligro que representan, tanto en lo físico como en lo simbólico. No es una pieza con intenciones ecologísticas, sino que utiliza la existencia real de las mariposas para invitar a reflexionar más allá.
Arroyo  se inició como director con el montaje de El hombre de la rata, de Gilberto Pinto, hacia 1981, pero se graduó como actor en la Escuela Porfirio Rodríguez, de Petare, hacia 1985. En 1987 se instaló  en Guanare y desde allá ha fundado la Compañía Regional de Teatro de Portuguesa y el Teatro Estable de Portuguesa, agrupaciones con las cuales ha promovido a nuevos actores y e importantes dramaturgos criollos, además de crear y   mantener desde el Festival de Teatro de Occidente, pero lo más importante ha sido la promoción y  difusión de las artes escénicas nacionales cuyo fin ultimo es la sensibilización y culturización del  público venezolano
Sobre su trayectoria como puestista, de más de 35 años, solo se puede decir que  tiene no menos de 70 montajes  e incluso varios de ellos los ha llevado al exterior, como Robinson en casa de Asterión y Los viajeros.
Hay que recordar que Peludas en el cielo fue ganadora del Premio Apacuana de Dramaturgia Nacional 2015, creado por el Ministerio del Poder Popiular para la Cultura. Despues de su doble estreno en la capital zuliana vendrá a Caracas ara exhibirse en algunas salas del Circuito de Fundarte o del Distrito Capital o en el Celarg, dependiendo de los compromisos de eso espacios oficiales.

Peludas en el cielo, que podría calificarse como un sainete venezolano contemporáneo, es una producción de la Compañía Nacional de Teatro, que comanda Alfredo Caldera.

martes, marzo 29, 2016

Peludas en el cielo de Maracaibo

El cuarteto de comediantes y su festivo director.
La pieza Peludas en el cielo, de Gustavo Ott, ganadora del Premio Apacuana de Dramaturgia Nacional 2015, será estrenada en el teatro Baralt, de Maracaibo, los días jueves 7 y viernes 8 de abril, bajo la dirección de Carlos Arroyo y con las actuaciones de Aura Rivas, Francis Rueda, Luis Domingo González y Vanessa Vázquez, dentro del dispositivo escenográfico diseñado por Rafael Sequera.  
Carlos Arroyo, que se inició como director con el montaje de El hombre de la rata, de Gilberto Pinto, hacia 1981, tras haberse graduado como actor en la Escuela Porfirio Rodriguez, de Petare, es uno los creadores más versátiles del país, además es un prestigioso productor y líder de la Compañía Regional de Portuguesa. Sobre su trayectoria como puestista, de más de 35 años, solo se puede decir que  tiene no menos de 70 montajes  e incluso varios de ellos los ha llevado al exterior, como Robinson en casa de Asterión y Los viajeros.
Peludas en el cielo, que podría calificarse como un sainete venezolano contemporáneo, aborda varias de las temáticas de la dramaturgia de Cesar Rengifo. Es una producción de la Compañía Nacional de Teatro, que comanda Alfredo Caldera. Vendrá a Caracas para varias presentaciones y después ira al interior de la Republica, dentro de la programación del Ministerio del Poder Popular para la Cultura


lunes, marzo 28, 2016

Samuel Robinson regresa por Asterión a Bogotá

Una pieza que atrapó a los bogotanos.
La Compañía Regional de Teatro de Portuguesa viajó al FESTA, el Festival Alternativo del Festival Iberoamericano de Bogotá 2016, invitada por la Corporación Colombiana de Teatro y regresó con una extraordinaria cosecha de aplausos y buenos comentarios. Y además con una invitación para 8 funciones en una sala de la capital colombiana.
La obra Robinson en la casa de Asterión, de Tomás Jurado Zabala, que se presentó en la sala Casa Tea el jueves 24 de marzo, sirvió para reafirmar las relaciones culturales con el hermano país. La directora del FESTA, Patricia Ariza, conmovida con el texto y las actuaciones de Wilfredo Peraza y Aníbal Grunn, quienes bajo la dirección de Carlos Arroyo, hicieron vivo el pensamiento del maestro de América, Simón Rodríguez, les extendió una invitación a la Compañía para realizar una temporada de dos semanas en la sala Sekisano, de la Corporación, en el barrio La Candelaria, en el próximo mes de mayo, del 18 al 28.
Colombia quedó prendada de este trabajo. Y quiere repetir la experiencia para su público culto y revolucionario, porque eso fue, de principio, el maestro de Simón Bolívar. Simón Rodríguez, o Samuel Robinson (nombre que usa tras la ruina de la conspiración de Gual y España, 1797), retornó como hermoso ente teatral a Bogotá.  
Nuevamente el teatro venezolano dio muestras de la calidad de sus trabajos.  Robinson en la casa de Asterión , sucede en el momento exacto en que Simón Rodríguez muere en Amotape, Perú y se enfrenta, en ese espacio que existe entre el cielo y el infierno, a purgar sus culpas enfrentado a su propio ser, encarnado en la figura del Minotauro. Es una obra que rescata el pensamiento filosófico, educador y político de la figura más controversial en la historia de América. Su pensamiento se hace vivo y se vuelve actual, vigente.
Robinson en la casa de Asterión, producción de la Compañía Regional de Portuguesa, reivindica a Simón Rodríguez y lo exalta como lo que fue: gran pensador, revolucionario que desafió a toda la naciente sociedad latinoamericana al desarrollar y poner en práctica, arriesgando hasta su vida misma, por su original concepción- bajo la influencia de Jean Jacques Rousseau- lo que deseaba: educar a las nuevas naciones liberadas del yugo español por la espada de Bolívar y sus generales. Educación para derrumbar la herencia colonial y formar auténticos ciudadanos republicanos como seres del conocimiento y expertos en diversos oficios.
Jurado Zavala ficciona y combina al mitológico Asterión, según el cuento de Jorge Luis Borges, con las peripecias del brillante intelectual (Caracas, 28 de octubre de 1769/Amotape, Perú, 28 de febrero de 1854), e invita al espectador a revisar sus conocimientos sobre quien “enseñaba divirtiendo”.
El espectáculo, creado en Guanare, se desarrolla en un espacio vacío y sobre un piso que reproduce, con líneas blancas, al laberinto del minotauro de Creta, donde irrumpe Robinson para enfrentarse con el Asterión (hombre con cabeza de toro), momentos antes de morir y drenar sus fracasos y las culpas de quienes a lo largo de su vida tuvieron que ver con la ruina de los mismos, con el mariscal Sucre a la cabeza. 
Gracias a la concepción minimalista del montaje y la desenfada actuación de Aníbal y Wilfredo, lo vemos desafiar a quienes lo acusaron de ladrón, de hereje, de promiscuo, cuando su objetivo era educar y crear hombres libres para formar verdaderas repúblicas en la América española. Al final se da cuenta que su salvación está en sus escritos que leyó tantas veces y que nadie supo comprender. Logra demostrar una vez más que, el hombre es grande y trasciende en la historia y el tiempo por sus pensamientos y   sus saberes.
La saga y el legado de Simón Rodríguez o Samuel Robinson no se perdieron en los largos y angustiosos 200 años de historia de esta república. Es una referencia obligatoria en todo lo referente a la educación de la sociedad y es por eso que en Caracas, hacia octubre de 1971, se fundó la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez y en más reciente fecha se creó la Misión Robinson, un programa social del gobierno nacional durante la presidencia del comandante Hugo Chávez.
¡Creemos que hay Simón Rodríguez o Samuel Robinson para muchas décadas más!
 EL CIELO EN ROSA
 Continuando con la programación en su sede de la ciudad de Guanare, la compañía vuelve a presentar  El cielo se puso rosa , de Manuel Manzanilla, una coproducción con la Compañía Regional de Danza, que se estrenara el 10 de marzo pasado. Debido a su éxito y luego de la pausa de la semana mayor se repone la obra mencionada en funciones de viernes a domingo en el horario de las 7 pm, en la sala 

sábado, marzo 26, 2016

El inolvidable Carlos Márquez

En los camerinos de la Sala Anna Julia Rojas captamos al actor antes de salir a escena, hace tres años-.
Desde Guanoco a la eternidad histórica de la cultura criolla, haciendo escala a lo largo de más de seis décadas en numerosos escenarios, sets y platós de Caracas. Podría ser la síntesis de esta reseña sobre este primer comediante de las artes escénicas venezolanas, quien este 26 de abril, a las 6:00 PM, hizo mutis.
Carlos Márquez Capecchi, quien el próximo 19 de abril cumpliría 90 años, recibió del Premio Nacional de Teatro 2015, según el jurado integrado por Román Chalbaud, Bruno Mateo y Nicolás Curiel. Él admite que no se arrepiente de nada de lo hecho. Y para cuando le llegue la hora del mutis definitivo quiere tener las botas puestas, como lo hicieron varios de los personajes teatrales que ha encarnado desde la década de los 40, aunque aclara que no hay final ni principio, sino que todo se transforma tal como la aprendió con sus hermanos rosacruces. Así lo piensa y lo cuenta este primer actor del teatro, el cine y la televisión, quien regresó a la pantalla de RCTV Internacional gracias al unitario La pensión Amalia, basado en la telenovela original de Salvador Garmendia, en la temporada del 2008
La memoria le permite hilvanar su saga actoral, la cual arranca a los 17 años, cuando conoció los secretos del teatro en el viejo Ateneo de Caracas, en la otrora casa de Andrés Bello, en la esquina Las Mercedes; Manuel Rivas Lázaro lo inició y continuó su aprendizaje en el Centro Venezolano Soviético, donde estaba César Henríquez, y después en el Taller Libre de Arte con Elías Marcheli, durante el montaje de El paquebote de Charles Vitrac.
Pero su deambular se detuvo al vincularse a la escuela de Juana Sujo, en los años 50. Ahí conoció a esa legendaria actriz argentina, después se desposaron y vivieron felices hasta que ella “se fue de gira”, el 11 de julio de 1962, a los 44 años. “La conocí porque un amigo, Elisaúl Peraza, me encontró en la plaza de San Jacinto y me dijo que fuese a los estudios de Bolívar Films, donde para ese entonces funcionaba la escuela de Juana, porque la italiana Mara Poeta ensayaba la pieza Detective history. Y así ocurrió y ahí encontré a Fernando Gómez, Paul Antillano, Esteban Herrera y Alberto Castillo Arráez, quienes también participaban, pero nunca se estrenó ese espectáculo; me quedé ahí y dos años más tarde debuté, como profesional, en el Teatro Municipal con Los muertos sin sepultura de Jean Paul Sartre. Lo he dicho siempre y lo repito ahora, que Juana me formó en lo humano, en lo intelectual y en lo artístico”.
 Reconoce que no lo aprovechó todo por su inmadurez, pero sería años más tarde, cuando se vinculó al rosacrucismo, que pudo comprenderlo todo y aprehender otros estadios del conocimiento.
Como su memoria lo puede traicionar y para que la historia de su marcha artística no se pierda y se cuenten cosas que él no hizo, logró la publicación de su autobiografía, Lo me toco vivir, donde está toda la información sobre su dilatada carrera profesional, desde 1952 hasta 2008, inclusive.
 Ahí figuran las fichas técnicas de la pieza de Sartre hasta el monólogo de José Antonio Rial, Un hombre de otros tiempos; no menos 40 espectáculos teatrales; también lo caracterizado en televisión y cine, decenas y decenas de trabajos. Ese libro tiene unas 220 páginas y en la portada hay una fotografía suya, tomada en el Teatro Los Cedros, durante el montaje de la pieza Ha llegado el inspector de John B. Priestley.
Es una autobiografía, con abundantes gráficas, sobre una vida artística de lujo, además con datos fieles, no tan conocidos, como sus dos primeros matrimonios (Juana Sujo y Adilia Castillo) y el tercero con la cantante Dolores Beltrán, ya fallecida. De esas tres bodas no tiene descendencia, aunque sí procreó una hija que ya lo hizo abuelo en tres oportunidades. "Mi nieto mayor tiene varios años en París”.
Lamenta que ya no pueda estar al mismo tiempo en un escenario teatral y en un set de televisión, como antes, y además acudir a la universidad, como lo hizo a los 60 años para estudiar en la UCV y obtener una licenciatura en artes escénicas. Se cansa, como es natural, pero lo que nunca olvida es acudir a una edificación en la parroquia Candelaria, donde están sus hermanos rosacruces, a quienes conoció, hace más o menos unos 40 años, gracias al cantante Rafa Galindo. “Estoy feliz de todo lo hecho y de lo que todavía puedo hacer”.
FILOSOFIA DE VIDA
Carlos, nacido en Guanoco, estado Sucre, y caraqueño desde los nueve años, no reveló las claves de las enseñanzas rosacruces, porque no es su vocero autorizado, aunque recordó que se trata de una filosofía de vida, la cual permite el desarrollo interior del hombre y al mismo tiempo enseña al desprendimiento de lo material. No propone temas meramente especulativos que no tengan una aplicación práctica para el mejoramiento de la vida de sus practicantes y también para ayudar a otros como vivir mejor. Revela cómo los seres humanos tienen un caudal inmenso de energía y de potencialidades que habitualmente desconocen. Y recomienda aprovechar el inmenso potencial de la mente para librarse de las tensiones, conceptos erróneos y enfermedades mentales. La orden Rosacruz fue fundada, hacia el siglo XV, por Christian Rosenkreuz. Para algunos estudiosos el rosacrucismo suele denominársele como cristianismo esotérico.
INOLVIDABLE
Pero Carlos no se retiró ni tampoco reposó en un chinchorro. Recorrió desde la temporada 2013 a Venezuela con su hermoso e instructivo monólogo Inolvidableescrito por José Gabriel Núñez a partir de la biografía Lo que me tocó vivir del comediante, desde aquel 20 septiembre de 2013, en la sala de conciertos de Unearte.
Márquez está consciente de que “a los 87 ya no se está para actuar, sino para esperar la muerte en la tranquilidad del hogar”, pero, mientras le llega el último mutis  hace su espectáculo, el cual avanza desde Guanoco a la eternidad de la cultura criolla, haciendo escala a lo largo de 60 años en numerosos escenarios, sets y platós de Caracas donde hizo su vida artística.
 Lo obtenido es una deliciosa recreación, a partir del monólogo El canto del cisne (1886) de Antón Chejov, enriquecido con anécdotas del artista, como sus desencantos por los personajes que anheló hacer y nunca se los dieron, como aquellos legendarios príncipes Hamlet y Segismundo, de  Shakespeare y Calderón, metas consagratorias para muchísimos  comediantes en etapa cruciales de sus profesiones.
Tal como lo plantea Chejov, Márquez encarna el anciano cómico Vasili Vasílievich que termina la función con la cual finaliza su carrera teatral y  se queda  viendo desde el escenario la sala vacía para iniciar un melancólico viaje a través de sus recuerdos.
Inolvidable es un gran tributo a la nostalgia que ha acompañado a este comediante, quien luchó denodadamente para llegar a ser lo que es: primera figura en el arte de la interpretación, la cual es la actividad más arraigada, genéticamente, en todo ser viviente, y más, si a este lo complementa el intelecto, tal es el caso de  Carlos Márquez.
Aristóteles pide en todo acto teatral un conflicto para la expiación de la audiencia y  Márquez lo obtiene con su  saga de amor, sus luchas y el amargo  final, tal como ocurrió con la pionera Juana Sujo, su  primera esposa, insigne actriz y productora del mejor teatro de arte de los 50 y 60. Desaparecen las risas y el silencio es elocuente, pero el público estalla minutos después cuando interpreta el tango Cuesta abajo y el bolero Inolvidable. ¡Cae el telón!
TELENOVELAS Y SERIES
Camaleona (2007), Estrambótica Anastasia (2004), Mi gorda bella (2002-2003), Carissima (2001), Mujer secreta (1999), Reina de Corazones (1998),  María de los Ángeles (1997), La llaman Mariamor (1996), Amores de fin de siglo (1995) , El desprecio (1991), De mujeres (1990), Amanda Sabater (1989), Señora (1988),La intrusa (1987), Mi amada Beatriz (1987), Mansión de Luxe (1986), Azucena (1984), Marisela (1984), Topacio (1984), Esperanza (1983),Leonela (1983),Kapricho S.A. (1982),¿Qué pasó Jacqueline?  (1982), Luz Marina (1981), Luisana mía (1981),La comadre (1979), Estefanía (1979), Doña Bárbara (1975).
CINE
Fuente: Wikipedia




No necesitamos el teatro inútil de la política

Anatoli Vassiliev 
El mundo necesita el teatro, pero no el "del terror diario", el de "cuerpos y sangre en las calles y las plazas", asegura el director y profesor ruso Anatoli Vassiliev en su manifiesto por el Día Internacional del Teatro, evento creado por el Instituto Internacional del Teatro (IIT), el cual será leído este 27 de marzo en el teatro Bolívar de Caracas, a las 3:00 pm, dentro de un acto donde además se exhibirá la pieza Sabotaje Petrolero.
La pieza, original de Roberto Azuaje, relata el sabotaje petrolero perpetrado en Venezuela por sectores de derecha durante los años 2002 y 2003 con el propósito de derrocar al gobierno del comandante Hugo Chávez, informó el Ministerio para la Cultura en nota de prensa.
 Vassiliev afirma, en el texto que los venezolanos escucharan, esto:
¿Necesitamos al teatro?
Esa es la pregunta que miles de profesionales decepcionados del teatro y millones de personas que están cansados de él se preguntan.
¿Qué necesitamos del teatro?
En estos años en que la escena es tan insignificante, en comparación con las plazas de las ciudades y los tierras de los países, donde se están jugando las tragedias auténticas de la vida real.
¿Qué pasa con el teatro?
Galerías y palcos chapadas en oro en las salas de teatro, sillones de terciopelo, salas sucias en escenarios, bien pulidas voces de los actores, - o viceversa, algo que puede tener unos aspectos aparentemente diferentes: cajas negras, manchadas de barro y sangre, con un montón de cuerpos desnudos rabiosos en el interior -.
¿Qué es capaz de decirnos?
¡Todo!
El teatro nos lo puede decir todo.
Como los dioses habitan en el cielo, o cómo los presos languidecen en cuevas olvidadas bajo tierra, o cómo la pasión nos pueden elevar, o cómo el amor nos puede arruinar, o cómo nadie necesita una buena persona en este mundo, o como reina el engaño, o cómo la gente vive en apartamentos, mientras los niños se marchitan en campos de refugiados, o las formas en que todos tienen que volver de nuevo al desierto, o cómo día tras día nos vemos obligados a desprendernos de nuestras personas queridas, - el teatro puede decirlo todo.
El teatro siempre ha sido y seguirá siendo siempre.
Y ahora, en estos últimos cincuenta o setenta años, es particularmente necesario. Porque si usted lanza un vistazo a todas las artes públicas, se puede ver de inmediato lo que sólo el teatro nos da, una palabra de boca en boca, una mirada de ojo a ojo, un gesto de mano en mano, o de cuerpo a cuerpo. No se necesita ningún intermediario para trabajar entre los seres humanos, que constituya el lado más transparente de la luz, que no pertenezca a ningún sur o norte o este u oeste, oh no, es la esencia de la propia luz, que brilla en todos los rincones del mundo, inmediatamente reconocible por cualquier persona, ya sea hostil o amigable hacia ella.
Y necesitamos al teatro que permanece siempre diferente, necesitamos teatro de muchos tipos diferentes.
Aun así, creo que entre todas las formas y formas de teatro posibles, sus formas arcaicas ahora resultan ser la mayoría en la demanda.
Teatro de las formas rituales, no hay que oponerse artificialmente a las de las naciones "civilizadas".
La Cultura secular está siendo cada vez más castrada, la llamada "información cultural" sustituye gradualmente y empuja a entidades simples, casi como nuestra esperanza de que con el tiempo se acabe el día.
Pero puedo verlo claramente ahora: el teatro está abriendo sus puertas ampliamente. Entrada gratuita para todos y para todo el mundo.
¡Al diablo con aparatos y equipos - sólo tienen que ir al teatro, ocupar filas enteras en el patio de butacas y en las galerías, escuchar la palabra y mirar las imágenes vivir!
Es el teatro que está delante de usted, no se descuide y no se pierda la oportunidad de participar en él, tal vez la oportunidad más preciosa que tenemos en nuestras vidas vanas y apresuradas.
Necesitamos cada tipo de teatro.
Sólo hay un teatro que seguramente no es necesitado por nadie, me refiero a un escenario de juegos políticos, un teatro de políticas "ratoneras", un teatro de políticos, un teatro inútil de la política.
Lo que sin duda no necesitamos es un teatro de terror cotidiano - ya sea individual o colectivo, lo que no necesitamos es el teatro de cadáveres y sangre en las calles y plazas, en las capitales o en las provincias, un teatro falso de los enfrentamientos entre religiones o grupos étnicos...

viernes, marzo 25, 2016

Recreativo y reflexivo el teatro venezolano

La escena criolla es multisápida en Caracas y el resto del país
Con la puesta en marcha del Centro Nacional de Teatro (CNT), tras la creación del Ministerio del Poder Popular para la Cultura, el Gobierno Bolivariano formuló sus políticas para el sector de las artes escénicas venezolanas, en compañía del poder popular organizado y de los artistas o creadores.
Así Alfredo Caldera, presidente del  CNT, subraya  como desde la administración del ministro Farruco Sesto (2006), se inició un lento y preciso proceso administrativo y conceptual para convertir a la Compañía Nacional de Teatro (CNT) -fundada durante el año 1984 por el presidente Jaime Lusinchi y con Isaac Chocrón en la dirección general- en el actual Centro,  o sea una institución más nacional y comprometida con los procesos de cambio que vive nuestra sociedad y con una participación más activa en las diversas manifestaciones de la actividad teatral que se desarrollan en el país.
¿Qué pasa con la CNT?
Durante el 2015 realizó, en el marco del centenario de Rengifo, dos coproducciones de sus textos, con IAVE y la Fundación Ayanansha. Este año se relanza la Compañía Nacional con el estreno de Peludas en el cielo, de Gustavo Ott, dirigida por Carlos Arroyo, estreno que se hará el 7 de abril en el Teatro Baralt del Zulia. Estará en el circuito de teatros de Caracas, en distintas ciudades y en festivales. Se tiene programado otro montaje. La CNT es el brazo ejecutor del CNT.
¿Cómo está el presupuesto del CNT y la CNT?
Para el 2016 hay   unos 70 millones de bolívares, los cuales serán distribuidos en distintas acciones y serán ejecutados dentro de los lineamientos de la Agenda Bolivariana, pero buscando que las agrupaciones beneficiadas sean más independientes de lo que el Estado les pueda dar y que busquen ser autosustentables para que hagan su teatro a sus formas y maneras.

-¿Qué pasa con el teatro en general?

Que se está haciendo y exhibiendo a lo largo y ancho del pais. Basta pasearse por las páginas de espectáculos de los periódicos o mirar las redes sociales. Hay dos modelos de producción: uno con alta rentabilidad y otro de menos rentabilidad. Hay sendos discursos estéticos y de representación. Todos buscan sus propios espacios de sustentabilidad. El 99% de las producciones teatrales del pais, con mayor presencia en la Gran Caracas y en algunos estados centrales y en el Zulia, se hacen con financiamientos particulares o privados y con apoyos o respaldos del Estado.

-¿Qué proyectos teatrales se gestan?
El CNT, además de la investigación, la capacitación, la documentación, la conservación, el trabajo con las comunidades y el rescate de la memoria del teatro, está entregado a la organización de una programación diseñada en función de la diversidad y la inclusión. Se gestan y se trabajan en 11 coproducciones, orientadas a la construcción comunitaria y al apoyo de los nuevos creadores y aportes a las agrupaciones referentes. Esta línea de trabajo consiste en la participación financiera parcial de la producción teatral en lo que respecta a las obras. En lo comunitario se financia la investigación y la producción. Se atiende a 296 agrupaciones en diversos programas, como unos 165 talleres para todas las regiones con el programa de fortalecimiento de la actividad teatral; son talleres solicitados por las asambleas comunitarias y otro conjunto de talleres para formadores en el área educativa, quienes tributan al Movimiento de Teatro para Niños y Jóvenes Cesar Rengifo y que se articula con PDVSA.
Agregó que se realizarán no menos de 60 festivales con apoyo directo, como los eventos de Occidente, Oriente y Comunitario de Caracas, entre otros. Además auxilian a 18 agrupaciones con infraestructura. También se entregan aportes a 50 agrupaciones referentes para un circuito nacional que utilizará las salas que existen en los estados; se calcula que realizarán unas 145 funciones para unos 30.000 espectadores.
¿Qué teatro se hace? ¿Hay censura?
Es un teatro que no es solo recreativo sino también reflexivo, así como también hay directores de plausible calidad estética que también buscan su rentabilidad. No hay censura. El Estado al entregar recursos a las agrupaciones fija unas líneas de acción que tienen que ver con lo que es la esencia afirmativa venezolana. Hay una apertura hacia la diversidad de temáticas e ideas y además exhiben obras, en los festivales organizados por el Estado, que tienen planteamientos críticos al gobierno.

¿Qué pasa con el circo?

El circo se ha ido organizando con la red de arte circense. Hay una generación de jóvenes, con mucho espíritu de organización y con visiones de que la economía cultural   es importante para lograr la sustentabilidad. El Estado los acompaña para su formación y organización y la realización de algunos proyectos. 

Ron, karaoke y mujeres apasionadas

Innovar es clave para sobrevivir en el teatro criollo.
Javier Vidal Prada no teme revisiones ni reescrituras o remontajes de sus textos teatrales. Su primogénito Jan Vidal Restifo se apoderó de la pieza Ambas tres (2001) y la redujo, quirúrgicamente, para un intenso espectáculo de 50 minutos,  y además la retituló Hasta el último trago. Ahora, bajo la dirección de Julie Restifo, hace temporada en el Urban Cuplé, con las actrices Marianne Suarez, Andreina Álvarez y Alberto Centeno quienes dan vidas, de maneras impactantes, a Minerva, Kore e Isis (dos hermanas y una prima), féminas que no se dejan aplastar por las nada fáciles circunstancias  que atraviesan.
Este positivo obricidio, como lo llamaría Rodolfo Santana, acentuó su humor negro en el drama de tres mujeres quienes viven normales crisis existenciales por arribar a su primera cuarentena  y un poquito más allá, y además están marcadas como sobrevivientes del deslave de Vargas (1999). Se reúnen en un bar para drenar sus complejas situaciones y ahí afloran sus intimidades: embarazo no deseado por una relación con un cubanito de 20 años, amores fugaces o fantasías eróticas, complejas peripecias para pagar cuotas de las tarjetas de crédito y otras trampas de la sociedad de consumo que acorrala a la clase media, además de la quimera de un viaje al Norte en pos del esquivo futuro. Tremendo trío de hembras inteligentes que desafían leyes machistas y salen airosas por los mutuos consejos que se dan.
No es fácil para el espectador digerir el crudo enredo existencial de los tres personajes de Hasta el último trago y la comedia oscila peligrosamente en la cuerda floja del melodrama, pero la directora Restifo inventa o retoma los positivos usos del ron (especial para actrices y actores) y pone a las mujeres a beber y cantar, en un improvisado karaoke, una serie de temas románticos apropiados para las circunstancias que ellas atraviesan.
El ritmo del montaje es impactante y atrapa al público que podría terminar hasta bebiendo y cantando a coro los desenfadados temas de esas tres mujeres indómitas.

martes, marzo 22, 2016

23 años sin Carlos Giménez

Fue director y productor de teatro venezolano. Nació en Rosario, Argentina, el 13 de abril de 1946 y murió en Caracas, a consecuencia del SIDA, el28 de marzo de 1993.  Es posible que la mala memoria, una verdadera epidemia nacional, no lo identifique ahora por su nombre de batalla, Carlos Giménez, pero algunos recordarán que fue él, junto a María Teresa Castillo, quien puso en marcha -precisamente durante el negro septiembre de 1973 -una empresa fantástica de promoción cultural como fue el Festival Internacional de Teatro de Caracas (FITC).
Giménez también fue el  fundador del grupo Rajatabla, el Taller Nacional de Teatro, el Centro de Directores para el Nuevo Teatro y el Teatro Nacional Juvenil de VenezuelaInstituciones que fueron vanguardistas y originales, fábricas de controversiales contenidos estéticos.
A 23 años de su mutis reproducimos fragmentos de una serie de entrevistas compiladas en mis libros Carlos Giménez/Tiempo y Espacio (1993) y Carlos Giménez/Antes y Después (2003), realizadas a lo largo de dos décadas de su intenso periplo artístico y existencial, y que ahora las republico porque son de gran actualidad, por su vigencia e importancia de las mismas.
-¿Qué atenta contra el teatro criollo?
-Atenta la falta de creatividad y la ausencia de rigor profesional. Creo que hay teatro comercial y teatro de arte. Se diferencian en que el primero es fundamentalmente un medio de vida y el otro es un modo de vida; uno tiene como objetivo el éxito económico, el otro busca el triunfo artístico. Ambos los une el deseo común de atraer a mayor cantidad posible de público. El comercial se sostiene por una minoría de la clase media que no es superior a las 50 mil personas…Es un teatro de consumo con el objeto de hacer pasar el rato, como dice Federico García Lorca: para hacer esa cosa horrible que es matar el tiempo. El comercial es fuente de trabajo, pero es necesario contribuir a su desarrollo cualitativo, mejorando su calidad artística y temática. El público del comercial solo parece estar interesado en los aspectos anecdóticos y superficiales de la realidad que lo rodea. Lo importante entonces, es que sobre la base de estos elementos se intente elevar la calidad profesional del espectáculo comercial. Ojalá que tengan éxito y llenen sus salas, porque los espectadores son los más afectados cuando van a un montaje y ven poco público, ya que ellos necesitan de la masa para perder la identidad y gozar.
-¿Le interesa el éxito comercial?
-Me interesa que mis espectáculos sean vistos siempre por mayor cantidad de público, pero pienso que no hay que hacer un teatro para el público, hay que formar un público para el teatro. El teatro es una reserva moral, por eso tiene que cumplir una misión.
-¿Qué criticaría a los críticos?
-La crítica es la cátedra en donde debe discutirse el camino del teatro en su más alto nivel. Es la crónica que hará la historia de nuestro trabajo, por eso exijo rigor. Ellos determinan el nivel para la discusión y el estudio. En Venezuela hemos llegado a una situación delicada: la crítica no está definida como un cuerpo social que integra un movimiento creador.
-¿De la crisis del teatro que puede decirnos?
-Se habla de crisis en el teatro, pero el teatro ha sido siempre una crisis permanente, es una expresión verdaderamente creativa que no está sujeta a ninguna ley, es imprevisible. En Venezuela hay crisis de creatividad…hay un marcado descenso cualitativo, como una especie de modorra. Hay como una falta de audacia en los planteamientos teatrales.
-¿Qué saldrá de los festivales internacionales para el teatro venezolano?
-Una revolución química entre los creadores y el público. No habrá frutos inmediatos, pero, como decía García Lorca, el teatro es un barómetro. Yo creo que hace falta una violencia creadora. El teatro no debe ser pensado en función comercial porque es lo deficitario.
-¿Qué será del teatro venezolano sin Carlos Giménez?
-En ningún movimiento cultural nadie es imprescindible. Seguiría trabajando, tal vez en algunos aspectos un pelo más aburrido. Siempre en un polo cultural hay espacio para la polémica, la discusión. Pienso que nosotros conformamos un polo polémico por la permanente capacidad, un poco beligerante, que tenemos de promover eventos.
-¿Qué relación tiene para usted el teatro y el subdesarrollo?
-Federico García Lorca decía que le teatro es el barómetro que marca la grandeza o el descenso de un país. Todas las manifestaciones culturales son la expresión de esas contradicciones, la lucha entre una situación económica y social y políticas subdesarrolladas y una evolución creadora que a veces logra salirse de los parámetros del subdesarrollo, pero que finalmente está encerrada en el mismo. En última instancia, nosotros somos parte del subdesarrollo.