domingo, julio 28, 2013

Luis Fernández encarna al transexual Tamara

Gracias al tesonero trabajo de sus artistas y a los apoyos financieros provenientes del Estado, especialmente por intermedio de la Villa del Cine, y a la entusiasta participación del sector privado, el tan vituperado y nunca bien ponderado cine venezolano avanza en su desarrollo y en el incremento de la calidad de sus productos.
 Eso ha permitido, por ejemplo, que Cheila, una casa pa' Maíta, estrenada en el 2010, protagonizada por la actriz Endry Cardeño (reconocido transexual colombiano), dirigida y escrita por Eduardo Barberena y  Elio Palencia,   y producida por la Villa del Cine, abordó, por primera vez en la historia criolla,  el tema de la transexualidad  y la familia en situaciones de pobreza en un país fuertemente influenciado por el conservadurismo.
Y ahora, para continuar por ese camino de investigación y creaciones cinematográficas, la directora Elia Schneider y el productor José Ramón Novoa adelantan el proyecto del largometraje Tamara, que  deberán culminar en siete semanas, de las cuales ya han  rodado dos, aquí en Caracas. Ahí participan, entre otros, Luis Fernández, Mimi Lazo, Prakriti Maduro, Karina Velázquez, Carlota Sosa, Julie Restifo, Gerardo Blanco y Alberto Alifa, entre otros.
Luis Fernández (Caracas, 17 de marzo de 1970), célebre actor, director y escritor para teatro, televisión y cine, cuenta que participa en el proyecto Tamara porque hace un año  fue contactado por Elia, para llevar al cine la historia de Tamara Adrián Hernández y además le propuso que fuera el protagonista.
Subraya Fernández -casado con Mimi Lazo desde hace más de 10 años- que conoció a Tamara Adrián Hernández  cuando la entrevistó para su  programa de radio SexoSentido y desde entonces “me pareció una mujer fascinante y admirable. No imaginé que tendría el privilegio y la responsabilidad de llevar al cine un personaje que, si bien es de ficción, está inspirado en buena parte de su compleja y maravillosa historia”.
-¿Cuántas películas tiene en su hoja de vida?
-Esta es la número 12. Todo comenzó con Un sueño en el abismo y después participe en  El secuestroDesnudo con naranjasEl Valle, así como  Miranda y Borrón y cuenta nueva, entre otras.
-¿Cómo ha preparado su personaje, el primer transexual que lleva a la pantalla?
-He estado muy cerca de varias fundaciones sociales y culturales  que trabajan para reivindicar los derechos de la comunidad transexual, un colectivo muy desasistido e incomprendido en general. Conozco a muchas mujeres transexuales de distintos orígenes. Me he documentado y he investigado lo suficiente como para realmente comprenderlas. No es un asunto de orientación sexual, tampoco es un “deseo” de cambiar de sexo, es un tema de identidad y es además una necesidad vital para ellas (y ellos) encontrar coherencia entre lo que siente ser y lo que son en el universo físico. Creo que ha sido probablemente más sencillo para mí llegar a esto porque no tengo prejuicios al respecto y además pienso que los valores tradicionales, que son los responsables principales de la discriminación que sufre este colectivo, son también los principales enemigos de la evolución y lucho activamente con todo lo que hago por cambiarlos, invitar a la gente a revisarlos y establecer nuevos valores basados en el respeto, la ética y la coherencia, y no en algo tan estúpido como la tradición. Una vez comprendido, he podido trabajar con Elia muy profundamente una aproximación respetuosa y desprejuiciada al personaje, pero sobre todo muy real. La película, cuyo guión es de Elia y Fernando Butazzoni, es explícita y me ha llevado a hacer cosas que nunca había hecho como actor, y que creo nunca han sido hechas en pantalla en el cine nacional. El trabajo es intenso y agotador, pero profundo, serio y muy gratificante.
 LUCHADORA POR LAS MINORIAS
Tamara Adrián Hernández, nacida como Tomás el 20 de febrero de 1954 en Caracas,  logró su Reasignación Quirúrgica de  Sexo (RQS), tras muchas luchas,  en  Tailandia hacia 2002, después de haberse casado y procreado dos hijos. Es abogada, egresada con altos honores en la Universidad Católica Andrés Bello y la Universidad de Paris, además profesora y empresaria. Se define como transexual, lesbiana, feminista y activista, pero todo como una mujer que lucha por el reconocimiento de los derechos humanos de las minorías. Desde el 14 de mayo de 2004 ha solicitado ante el Tribunal Supremo de Justicia  el reconocimiento de su identidad  pues legalmente es Tomás Adrián Hernández. Ella considera que  la demora en Venezuela para reconocer a la comunidad Lgbtt (Lésbica, gay, bisexual, transgénico y transexual) se debe a la “carencia de la administración de justicia. Los que están en la Asamblea Nacional dicen que legislan con el pueblo y para él, pero los estatutos están desvinculados de las necesidades reales de los individuos. Todos somos iguales pero diferentes al mismo tiempo. Cada quien tiene derecho a creer, hacer y realizarse de la forma que considere conveniente”, ha dicho.

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