miércoles, abril 22, 2009

Entregan Premio Marita King de dramaturgia

Todo el mundo es talentoso, es original y tiene algo que decir. Ningún individuo es igual al otro, teniendo en cuenta las herencias genéticas. Cuando uno se decide a escribir es obligatoriamente original, si sabemos encontrar nuestra verdadera conciencia, que es el centro de primer orden para tomar decisiones y es ahí donde reside toda originalidad, toda veracidad y toda alegría. El uso de la imaginación y el esfuerzo creativo de la escritura deben cultivarse a diario, aunque sea un rato; pero no escribiendo para presumir, si no en la búsqueda de la verdad; hasta la salud mejora y desaparecen los achaques de enfermedades y hasta el aburrimiento del alma que pueden venir de los escritos rechazados, aunque nada se publique, aunque no se hagan montajes, en el caso del teatro; con cada frase escrita ampliamos nuestra capacidad de comprensión, puesto que ningún proceso creativo que involucra sentimientos e imaginación pueden ser considerados una perdida de tiempo.
Así piensa y así lo leyó Gilberto Agüero en ocasión de recibir el Premio Marita King de Dramaturgia 2008, en un amigable acto celebrado el 18 de abril en la Casa del Artista. Ahí, Román Chalbaud cumplió una vez más. Entregó el galardón y sendos diplomas a dos finalistas del concurso de obras teatrales Marita King 2008, según decisión del jurado, que integró junto al dramaturgo José Gabriel Núñez y este comunicador social.
Gilberto Agüero nació en Barquisimeto hace 68 años. Tiene no menos de 40 obras. Se hizo dramaturgo con Ciclón sobre los barcos de papel, ganadora de un concurso de Maracaibo, en el año 1966. Su ópera prima fue representada en el Zulia. Es la historia de un muchacho que viaja a Londres para hacer unos talleres sobre traducción simultánea de conferencias y cuando regresa se le presentan serios problemas con su mamá porque ella quiere casarlo a juro. Después entregó Amelia de segunda mano y desde entonces no he parado.
La obra Mono con revólver de Gilberto Agüero Gómez es el texto premiado, con 5 mil bolívares, dentro de un universo de 21 piezas participantes. La obra fue elegida por el acertado manejo de la estructura teatral, el preciso e inspirado uso del lenguaje y el hábil desarrollo de una trama vigorosa profundamente vinculada con el acontecer nacional. El jurado consideró adecuado otorgar menciones especiales para El sitio de José Antonio Barrios y Malos sentimientos de César Rojas.
Mono con revólver es una respuesta para quienes reclaman o exigen por qué la dramaturgia contemporánea criolla no refleja en nada a la actual nación petrolera. Sus cinco personajes desarrollan una saga sobre una organización mafiosa que medra en una sociedad, donde avanza un proceso de agudos cambios sociales, y además revela como esos sicarios se las arreglan para sobrevivir o desaparecer, en medio de esa revolución, que, según Vladimir Lenín, es un levantamiento, un acto de violencia, por medio de la cual una clase derroca a otra, tal como lo recuerda “Monqui”, el líder de ese quinteto escénico.
El sitio es una invitación a reflexionar sobre la crispación de una comunidad que culmina de manera sangrienta, la cual es reiterada por una conducta inesperada de un niño.
Malos sentimientos radiografía la vida cotidiana en una barriada venezolana y acentúa la nefasta presencia de un narcotraficante y su pandilla, a quienes la misma comunidad decide desplazarlos.
El teatro venezolano, el escrito y el representado, sigue avanzando a pesar de las trabas de sus mismos hacedores, mientras su público sigue creciendo y educándose dia a día.

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