sábado, junio 28, 2008

Barranca abajo pide justicia en el llano venezolano

No es frecuente encontrar en los escenarios venezolanos cualquier tipo de teatro sobre la sufrida y compleja vida de los agricultores y ganaderos. El campesinado como tal no existe en la escena. No se montan los pocos textos que sobre ese tópico existen y por lo tanto no se conoce reflexión alguna. Las obras de César Rengifo no se remontan o ni siquiera se analizan. Como tampoco se exhiben piezas sobre el ámbito petrolero. Sigue la escena criolla sin reflejar aspectos vitales de su sociedad. Aunque sí hay muy muchos espectáculos citadinos o urbanos. Somos, pues, un conglomerado extraño, único en este continente. Una rara sociedad de campamento minero, petrolero en este caso, como ya lo había advertido, sabiamente, José Ignacio Cabrujas.
Pero de vez en cuando hay cambios en el menú teatral y es por eso que, en silencio, sin mucha repercusión mediática, pero con una contundente participación del público para el que se trabaja, se realiza una temporada de Barranca abajo, pieza del uruguayo Florencio Sánchez, correctamente versionada por Elio Palencia, bien dirigida por Costa Palamides, y coproducida por la Compañía Nacional de Teatro (CNT) y el grupo Teatro Latinoamericano (Teatrela).
La CNT y el Teatrela coincidieron en un patriótico –y nunca antes este término tuvo tanta significación- compromiso de llevar a escena las grandes obras del teatro latinoamericano y vincularlas a la cultura y tradiciones del llano venezolano a través de la adaptación del dramaturgo Palencia, quien sí logra crear un eje dramático que suma los pesares campesinos de la gran patria grande latinoamericana y los identifica con la esencialidad de nuestro llano, crisol continuo de la venezolanidad.
Barranco abajo (1905), que es considerada como una de las joyas del teatro realista latinoamericano y la cual se estará presentando hasta el 13 de julio en el Teatro San Martín de Caracas, desmenuza a través de tres actos el “éxodo” de una familia rural, sus demonios internos y, por supuesto, su trágico devenir a consecuencia de la explotación, los engaños de los latifundistas y las enfermedades.Se trata del retrato de una gama de personajes “sin tierra” que son tocados por las manías de los latifundistas, quienes resisten a los malos tratos y a la humillación, aunque las mujeres luchan desesperadamente para no ser subyugadas por el artificio del amor y del ineludible llamado de la especie. Mientras, que don Zoilo advierte la catástrofe de lo que se les viene encima y al final se ahorca para no ser humillado por los gamonales o los dueños de la tierra y el ganado. Al mismo tiempo, su hija, su esposa y la díscola hermana se adhieren al amo de la región.
No es Barranca abajo un panfleto. Es todo lo contrario: es un teatro político incendiario que reivindica al campesinado latinoamericano, al trabajador de la tierra que no puede tener su vivienda ni su parcela propias, porque son desplazados y prácticamente esclavizados por los terratenientes entregados a lo que califican “agroindustria”.Todavía en este subcontinente hay situaciones similares o peores de las que plasma este espectáculo teatral. Hay que reconocer que la versión logra una especie de impactante álbum de fotografías del campo en movimiento, con un lenguaje tosco pero humano, desnudado de artificios teatrales pero plenos de habilidad dramática que escala hasta sus últimas consecuencias. Hay que reconocer que los localismos no le quitan universalidad al espectáculo, ya que los personajes poseen una identidad y un desarrollo tan rico en emociones y postulados que confieren a la pieza la calidad de obra emblemática del realismo del siglo XX, como ha comentado el profesor Orlando Rodríguez.
El director Palamides se deslastra de los tradicionales costumbrismos de las obras sobre el llano y muestra a unos personajes sumidos en medio de unas atmósferas variables y creadas con mínimos recursos escenográficos. Es sin lugar a dudas una puesta en escena esclarecedora de lo que escribió Florencio Sánchez (1875-1910), que ahora ha sido actualizado y venezolanizado por el criollo Palencia.
Las actuaciones entre la corrección profesional y la excelencia, como lo demuestran Norma Monasterios y Germán Mendieta. Apuntalados por la correcta colaboración de gente como Virginia Urdaneta, Nirma Prieto, William Escalante: José Gregorio Martínez, Emily Mena y Mariela Reyes. Usando el vestuario y la escenografia creadas por Elizabeth Suárez y Rafael Sequera. Y todo eso dentro del sólido concepto de producción que realizaron Coco Seijas y Juan Carlos Azuaje.
Hay, pues, una perfecta comunión entre el texto teatral, la puesta y las caracterizaciones, para llegar a un producto teatral digno y aleccionador para el público venezolano, que podrá verlo, gratuitamente, viernes y sábado a la 8:00 pm. y domingo a la 6:00 pm.



Ivan García canta y triunfa en España

Venezuela ya es famosa en el mundo por su movimiento orquestal, sus directores, sus intérpretes y sus compositores, pero también destaca por la calidad de sus cantantes, como es el caso de Iván García, un reconocido bajo que reside en Barcelona, España, “donde vivo de mi trabajo”.
Él, quien se consagró en el Teatro Teresa Carreño con el monumental espectáculo músico-teatral Concierto barroco, basado en la obra homónima de Alejo Carpentier, vino especialmente, para estrenar el concierto Cinco Poemas de Antonio Estévez, para orquesta de vientos, guitarra y voz de bajo, con la Sinfónica Simón Bolívar, dirigido por Alfredo Rugéles, el pasado 8 de mayo en el Colegio Emil Friedman, “que obtuvo un éxito rotundo, y lo digo sin falsa modestia, por lo cual lo repetiremos el próximo año”.
Estos cinco poemas son de Nicolás Guillen, escritos en los años 40, y su temática son el transcurrir de la vida hacia la muerte, el transcurrir hacia la libertad y el dolor, y uno está dedicado al Barlovento venezolano. “El espectáculo consistió en mi recitación y canto de cada uno de estos poemas dolientes, con el respectivo acompañamiento musical. Creo, como lo han dicho varios especialistas, que es la pieza musical más difícil del maestro Estévez, quien la escribió por comisión de la Universidad Simón Bolívar y estuvo guardada unos 30 años”.
“En Europa llevo ocho años”, cuenta Iván García (Caracas, 25 de mayo de 1963), “y eso me ha permitido estar en la programación de las instituciones musicales más importantes. Mi éxito profesional me ha permitido estudiar, cantar y ensayar, todo el tiempo. Y doy gracias a Dios por todo lo recibido y en especial el que me haya permitido vivir sin hacer otras cosas. Y aquí debo aclarar que no he recibidos becas oficiales ni de particulares, salvo una ayuda oportuna de Carmen Ramia, en los años 90, para hacer un curso de verano en Barcelona”.
Recuerda que sus inicios, “ese primer contacto dentro de la música que me estremecía y me hacía muy feliz”, fue entre la pubertad y la adolescencia, en el coro y la banda del colegio, “donde toqué el bombo y la lira; y luego en el recién fundado Coro Polifónico Rafael Suárez dirigido por María Colón de Cabrera; ahí cantábamos los arreglos del Quinteto Contrapunto, que copiábamos de oído escuchando los discos LP de aquellos años 70. Ni yo, ni mis otros compañeros estudiábamos música para ese entonces, todo era guataca y ganas de unos adolescentes guiados por María de Cabrera. Luego pasé a formar parte del coro de los Bomberos del Distrito Federal, pues no sólo apagaban fuegos, también cantaban polifonía barroca y cantaban curruchá curuchá y pom-pom-pom como acompañamiento del joropo Pasaje de Vinicio Adámes. Ese coro pasó luego a la Policía Metropolitana. Luego vino la Coral Filarmónica de Caracas y mi última etapa: el Orfeón Universitario de la UCV y el Grupo Vocal Metropolitano, bajo la dirección de Raúl Delgado Estévez. Luego vino mi encuentro con la Camerata Renacentista de Caracas, de Isabel Palacios, mi contacto con una música que admiraba, pero que no entendía. Ella con tenacidad y paciencia, y a medida de sus posibilidades, nos puso a nuestro servicio todo un mundo para que nos entregáramos a entender la música antigua. Y hay que recordar que acá en Venezuela no hay escuela de formación en ese estilo musical. Pasé 12 años con Isabel, quien tiene una gran cualidad como maestra, enseña un camino, y luego uno toma la decisión.
-¿Qué otras actividades líricas adelanta?
-Amén de la agenda confirmada hasta 2008, estoy por ratificar la edición del Festival Atempo en Berlín y París, con una obra contemporánea de Diógenes Rivas, escrita para mí. Donde presentaremos esta obra, una de Carles Santos y otra de H.W. Henze. Así como también el montaje de la opera Mefistófeles de A. Boito para el 2010.También estamos concretando las fechas y grabación CD del concierto Arias para Bajo y Contrabajo con Edison Ruíz y la Philarnonie de Berlín para el 2010.
-¿Ha pensado a dedicarse a la docencia?
-Por el momento no. Esto no quiere decir que durante este período, algún estudiante me pide un consejo, una reflexión, si está en mis manos por supuesto que le extiendo mi mano. La docencia de la voz es una cosa difícil, no desestimo la posibilidad de colaborar y manifestar mi experiencia con las generaciones que vienen. Hace unos años hice un acercamiento a la docencia, al grupo de actores en formación de la Compañía Nacional de Teatro; también ayude a la vocalización a coros y uno que otro alumno particular que tuve, y de, uno de ellos tengo una gran satisfacción. Por el momento, quiero seguir concentrado en mi trabajo de expresión.
-¿Está pensado su regreso a Caracas?
-Este país es un gran seductor. Pero la verdad es que no me puedo plantear en regresar por el momento, ya que la mayor agenda de trabajo y parte de mí, está fuera de Venezuela. Sería irresponsable con mi propósito artístico del momento. Por lo pronto voy y vengo, que es para mí el estado ideal.
-¿Qué opinión le merece los reconocimientos para el Sistema Nacional de Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela y a su fundador el maestro José Antonio Abreu?
-Es lo mejor que tiene nuestro país desde hace 35 años. Me pregunto, ¿por qué muchas otras instituciones y gobiernos no han mantenido el pensamiento de Abreu? al menos para acercársele y preguntarle: ¿Mire Abreu, como lo hizo? Ese pensamiento de organizar, incluso dentro de los distintos caos que tiene nuestro país, es para Abreu lo importante. Hasta donde llega mi conocimiento, han existido en nuestro país instituciones donde ese criterio se conoció y mantuvo por un tiempo, pero hoy, pocos lo mantienen, y es importante reflexionar sobre ello. Me gustaría que se generalizara el modelo de la orquesta, que se tomara al Sistema como ejemplo. Invito a los jóvenes -y los que no- que se postulan para liderizar algunos sectores del país, que se acerquen a Abreu y le pregunten. Porque no es solo lo positivo del Sistema que se exterioriza al mundo, que ya es decir bastante, sino todo lo que eso genera, ha generado y generará en todo estos años. Estoy orgulloso del movimiento de las orquestas y de coros. Este sistema que Abreu nos enseñó, es del hombre que simboliza lo posible, la meta, el poder vital de hacer; que luego ese "generar”, para los que en una oportunidad hemos estado cerca de él y pertenecemos al Sistema, influye en uno y que estemos comprometidos con él en eso.
-El aspecto social del Sistema de Orquesta es grandioso. Otorga la posibilidad a todos los niños, no importa su clase social, color, religión de contactar con lo humano y cultivar una sensibilidad hacia las bellas artes. De estimular lo integral en el ser humano, y el discernimiento, cosa tan importante en estos momentos. ¿Se sabe lo que significa que un niño, no importa si su futuro es ser músico profesional, un arquitecto o un ingeniero, tenga la posibilidad de contactar con otros estímulos que están allí en la vida, pero que pocas veces no tienen la oportunidad de aproximarse? Y ojo, no sólo con niños de pocos recursos económicos, sino también, niños de clase media que por otras razones no conocen el trabajo en equipo, el encuentro con otras culturas, el acercamiento humano y fortalecimiento interno que da esa práctica diaria del encuentro con un instrumento.
-A mí alegra mucho los reconocimientos internacionales para el Sistema y Abreu; son más que merecidos. Me conforta que nuestro país sea exaltado en el exterior, no solo por su condición política y social actual, sino que también le dice al mundo: nosotros también generamos para el mundo, una riqueza mucho más valedera, música viva, arte vivo! y eso es gracias al aporte de un humanista, un intelectual, un economista, un compositor, un músico como José Antonio Abreu.
Compromisos
La agenda en marcha de Iván García comienza con la reposición de la zarzuela La tabernera del puerto en la Maestranza de Sevilla, del 28 de junio al 6 de Julio. Agosto 17: Recital en Santander. Septiembre 4 y 5: Concierto en Les Sacqueboitier de Toulouse. Septiembre 15 al 25: Tournée con Jordi Savall y Hespérion XXI por Sao Paulo, Rio de Janeiro, Buenos Aires y Montevideo. Octubre 01 al 20: Ópera Tolomeo de Handel, Teatro Arriaga Bilbao y Capella della Pietá de' Turchini. 25 Octubre: regresa para reposición de Cinco Poemas de Antonio Estévez y grabación en CD. Noviembre 8 y 9:Concierto presentación de su primer CD Traigo de todo, Sala Corp Banca. Noviembre 25 al 22 de diciembre: Ópera Il Barbiere di Siviglia de. Rossini, Teatro Campoamor de Oviedo. Diciembre 12: Concierto con Les Concert de Nations de Jordi Savall, Festival du Luzern, Francia.Enero, del 02 al 31: Ópera Un Ballo in Maschera de Verdi, Teatro Campoamor de Oviedo. Febrero 01 al 09: Festival Sala Saveau de París, con Jordi Savall.Marzo: Presentación CD. Traigo de todo, Sala Polivalente en Barcelona.Julio-20 a 10 Agosto: Opera Acis, Galatea e Polifemo de Handel, Festival de Segovia. Agosto 18 al 30: Concierto, recital y clases magistrales en Festival Internacional de Maracaibo.

viernes, junio 27, 2008

“Queremos ser cultos para ser libres”

"Yo conozco muy bien lo que es el Ministerio del
Poder Popular para la Cultura. Participé en su gestación, la puesta en marcha y la creación de sus plataformas, más la reorganización de todas las 32 instituciones culturales del Estado, con el arquitecto Francisco de Asís Sesto Novás, quien fue el primer planificador y titular de este organismo del Poder Ejecutivo, donde ahora estoy por designación presidencial. Además, trabajo con “Farruco”, como se le conoce popularmente, desde que fue presidente del Conac y después viceministro de Cultura, antes de que fuese decretado el ministerio como tal, en febrero de 2005”.
Así se presenta Héctor Enrique Soto Castellanos (Caracas, 18 de enero de 1963), el nuevo titular de la cultura venezolana, quien asegura que “conozco todos los proyectos de todas las áreas de trabajo porque he sido viceministro de Desarrollo Humano y viceministro de Identidad y Diversidad Cultural. Además, aquí durante estos años se ha logrado consolidar un equipo de trabajo único, por lo cual creo que la decisión del comandante Hugo Chávez de trasladar a Sesto Novás al Ministerio del Poder Popular para la Vivienda y el Hábitat es un reconocimiento a su trabajo en el sector cultura y porque, además, tiene una gran opinión sobre Farruco, sabe de su capacidad gerencial y de su verticalidad como líder, y luego al hecho de que haya aceptado que yo sea el nuevo ministro es un reconocimiento al trabajo de equipo que aquí tenemos”.
— ¿Cómo ha sido este relevo?
—Creo que ha sido una de las hermosas transiciones que yo haya presenciado en cualquier Gobierno. Un ministro le entrega a otro y el que entra, que en este caso soy yo, no tiene ninguna disposición o intención en realizar cambios sustanciales en ningunas de las áreas. A los presidentes de las plataformas y de las instituciones los mantendré, aunque podré hacer algunos cambios menores, en cargos que no son de dirigencia, que son propios de quien asume una jefatura tan delicada como esta. Tengo la fortuna de heredar o de recibir un ministerio que conozco muy bien y que además ya tiene herramientas formidables para seguir trabajando, como es, en otras, una imprenta con capacidad de producir unos 20 millones de libros al año; además hemos instalado una serie de imprentas pequeñas en cada estado para resolver los problemas de los poetas y de la gente que publican en sus regiones y que antes no tenían a dónde ir. Tenemos funcionando el Centro Nacional de Disco con capacidad para emprender el rescate de los músicos venezolanos que nunca antes pudieron grabar sus creaciones. Está laborando la Villa del Cine que acabó esa especie de Vía Crucis para los realizadores venezolanos en busca de máquinas no sólo para la postproducción, sino para empezar sus rodajes y los indispensables montajes. Yo, pues, heredo un ministerio con 72 galerías de arte, distribuidas en las 24 regiones; con 56 Librerías del Sur, lo que antes eran tres o cinco librerías Kuaimare; con más de ocho casas de la Diversidad Cultural. Ahí está la Misión Cultura con más de 32 mil activadores culturales bien metidos en el cien por ciento del tejido social. Tenemos la Editorial El Perro y la Rana trabajando con toda su capacidad y contamos con la Editorial Monte Ávila Latinoamericana totalmente reorganizada. Está la Cinemateca Nacional y su Red de Salas Regionales, unas 14 por ahora, y 200 comunitarias en todo el país al concluir este año. Es decir, sacamos de Caracas la cultura sin que se marchara de Caracas”.
La cultura en Ferrari
“Es para explicarlo”, apunta Soto Castellanos, “con una metáfora automovilística, a mí me toca tomar el volante de un Ferrari nuevo que Farruco ha estacionado en el hombrillo para que yo lo comande y siga la marcha. Y por eso estoy muy tranquilo, porque es el mismo gabinete, es la misma gente y esto continuará”.
Puntualiza que con “todo este equipo humano y todas estas herramientas vamos hacia una etapa de profundización de un trabajo que ya veníamos haciendo. Vamos a sumergirnos aún más en el tejido social venezolano, especialmente en sus bases populares. Acabamos de arrancar el programa Cultura Corazón Adentro Misión Socialista por lo que tenemos grupos de trabajo en las barriadas populares, especialmente en Petare donde hay más de 20 grupos en actividades propias de la Misión Cultura, impartiendo talleres de artes plásticas, de danza, de teatro, de literatura, de economía y, además, con numerosas exhibiciones cinematográficas. Tenemos 15 grupos de la misma composición en el 23 de Enero, y también estamos en Antímano, en La Vega y en Caricuao. Y dentro de pocas semanas entramos a El Valle y Coche. Es decir, que todas las barriadas de la capital las estamos tomando con la cultura. Y todo esto en coordinación con el Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y de Justicia y con otros ministerios, como parte de un gran plan de la prevención del delito, al cual no sólo se combate a punta de fuerzas policiales sino que también hay que mantener un contacto humano con los niños y los jóvenes para hacerlos participar en actividades nobles y tenerlos así ocupados. Y esto se está haciendo en todas las ciudades del país, como es el caso de la presentación de la Orquesta Aragón en Barinas, con la exhibición previa de cuatro orquestas venezolanas y barinesas durante esta semana que culmina.
— ¿Esa orquesta cubana después vendrá a Caracas?
—La tarea que estamos haciendo en los barrios caraqueños la vamos a complementar con unos festivales mensuales, de aquí en adelante. A este trabajo, que hemos llamado “un programa extraordinario”, pero que será una “política ordinaria” o cotidiana del ministerio, lo vamos a mantener permanentemente, adelantando estas actividades en los barrios. Y aquí debo destacar que el Gobierno cubano, muy generosamente, nos ha cedido no sólo a esa orquesta sino que además vendrán, también: Areito, los Van Van y otras agrupaciones que han organizado los cubanos, además de famosos cantantes de boleros. Todo eso nos los han cedido, gratuitamente, para que nosotros organicemos estos festivales y además entusiasmemos a las agrupaciones locales. Estoy seguro de que en Catia, por ejemplo, vamos a organizar festivales de salsa con los elencos locales y cierran estas agrupaciones cubanas. Todo esto no es sólo para el resto de 2008 sino para el resto de la gestión. Porque nosotros tenemos que tener una política de permanencia en los barrios, sin descuidar, como es obvio, el otro trabajo que hemos adelantado en lo que se denomina el sector de las bellas artes. Una sola cultura.
— ¿ Qué pasará con “la otra cultura”, esa que se relaciona con las bellas artes?
—Me gusta esa pregunta porque me permite recordar que cultura es todo lo que el hombre hace o transforma, pero no hay que olvidar que existen como unos 500 conceptos sobre lo qué es la cultura. Yo reitero que no sé lo que es cultura, pero sí sé lo que no es cultura o creo saber lo que no es cultura. Creo que la cultura no es únicamente lo que se conoce como bellas artes. Cultura para nosotros es, como lo dice el presidente Hugo Chávez, lo que fuimos, lo que somos y lo que queremos ser. Aquí, en el Ministerio, asumimos también un criterio que nos gusta y es lo que enseña el gran poeta José Martí: Queremos ser cultos para ser libres. Y con todos esos grandes pensamientos es que hemos emprendido el diseño de nuestras políticas culturales. En relación con lo que predica Martí, de que el hombre conozca y deje así de ser ignorante, es porque en la medida que deje de ser ignorante será verdaderamente libre. De este criterio es que nació el programa Misión Cultura, que es una licenciatura universitaria y salió el programa Cultura en Curso. Y en relación con el pensamiento expresado por el presidente Chávez es un reconocimiento a todo lo que somos como pueblo, lo que nos identifica. Insistió en que en la medida en que el pueblo deje de ser ignorante, el pueblo será libre. “El conocimiento es necesario construirlo con el pueblo, porque el conocimiento no es una cosa exógena que se lleva, la cultura la hace el pueblo con o sin gobierno, la cultura es del pueblo”.
Y enfatizó que “cultura es lo que somos, lo que fuimos y lo que debemos ser o lo que queremos ser, y con ese lema es que hemos venido trabajando todos estos años”, y recordó que esta es la visión de cultura socialista como todas las políticas que impulsa el Gobierno nacional.
Con respecto a “la otra cultura”, el ministro Soto Castellanos puntualizó que “no la descuidaremos, ni la hemos descuidado en esos diez años de Gobierno, y es por eso que hemos mantenido siempre una enorme política de inclusión de los artistas que se nos han acercado. Lo que hemos hecho es sacar las actividades culturales de Caracas y las hemos llevado a todos los confines del país, y así lo hizo el ministro Farruco. Nosotros hemos organizado mega exposiciones de arte para que intervengan todo los artistas. No censuramos publicaciones ni películas, salvo aquellas que sean claramente criminales o que propongan salidas no democráticas a los conflictos políticos. A esa otra parte de la cultura le ponemos especial atención: creamos las compañías nacionales de música, donde está Toñito Naranjo, y de danza, con Alice Dotta, y relanzamos a la de teatro, con Eduardo Gil a la cabeza, la cual precisamente adelanta un programa macro de 24 grandes coproducciones con las agrupaciones más importantes del país. Es decir que esa otra parte de la cultura, que siempre ha existido con sus altibajos, ahí está y continuará con nuestro apoyo.
Impulso a la diversidad
Recordó, Soto Castellanos (médico veterinario, UCV, 1987) que sí se han reorganizado los museos, se han creado otros y hay un impulso permanente a las artes plásticas, como se dio con la Feria Nacional del Arte y Seminario Internacional 2008, en Valencia, que culminó el pasado domingo 22 de junio. Uno de los objetivos trazados por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura es crear y mantener esos espacios para la reflexión a través de acercamientos culturales como ese seminario. Ahí participaron diversos especialistas nacionales e internacionales en materia de crítica de arte, luego de cumplirse con una amplia jornada, que incluyó la exhibición de más de 200 obras de diversos artistas, aproximadamente en 20 galerías provenientes de todo el territorio nacional. El objetivo planteado con estos encuentros es el de alcanzar una integración con las diversas comunidades del país, así como compartir experiencias provenientes de otros lugares del mundo, porque con todo esto se busca la integración de la comunidad a los espacios expositivos y a las obras que representan la diversidad cultural que refleja cada región venezolana.
Acentuó, que el Ministerio del Poder Popular para la Cultura mantiene óptimas relaciones con el Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información, y en particular con el ministro Andrés Izarra, lo cual se ha visto
reflejado en las pantallas de VTV con una serie de micros alusivos a la vida cultural venezolana y muy en particular los vinculados a sus creadores.
Héctor Soto recuerda que hay 500 conceptos sobre lo que es la cultura, pero él insiste en que la venezolana es una sola.
Uneartes y Sistema
— ¿Qué pasará con la Universidad Nacional Experimental de las Artes?
—La Uneartes o la Universidad Nacional Experimental de las Artes depende del Ministerio del Poder Popular para la Cultura para la evaluación de sus contenidos programáticos, mientras que lo organizativo es controlado por el Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior. Esa universidad es controlada por los dos ministerios. Pero nosotros vamos a trabajar para crear un Sistema Nacional para la Formación de las Artes, ya que del ministerio dependen una serie de escuelas que antes la controlaba el Conac, instituciones dispersas y que no están unidas por un pensum común. Vamos a crear un sistema que unifique todo eso. Vienen reorganizaciones vitales para la cultura venezolana, la cual es una sola. Lo aseguro.

domingo, junio 22, 2008

Al pie del Guaire

A cinco meses de su estreno en Lima, Al pie del Támesis, el más reciente melodrama de Mario Vargas Llosa, será exhibido en el Teatro Trasnocho a partir del 8 de agosto, con los actores Iván Tamayo y Carlota Sosa, dirigidos por Héctor Manrique y con la producción de Carolina Rincón para el grupo Actoral 80 (GA-80).
Manrique siguió paso a paso las informaciones sobre el montaje del texto vargallosiano y su éxito de público y crítica, hasta que adquirió los derechos para representarlo, tras contactar al dramaturgo en Nueva York. “Soy lector de sus novelas y admirador de sus piezas teatrales. El actor protagonista del montaje limeño es Alberto Isola, un reputado artista que trabajó con el GA-80 en los años 90, y fue precisamente él quien me recomendó ese texto y además colaboró para que yo obtuviera los derechos. Caracas verá pues, ese exorcismo por al libertad que es Al pie del Támesis. Ya comenzamos los ensayos y estamos seguros que no pasara desapercibido su temporada por su temática y por la calidad de nuestro trabajo, donde contamos con dos actores reconocidos, como Iván y Carlota ”.
Orígenes y argumento
Un “encuentro inesperado”, en Londres, entre Guillermo Cabrera Infante y Esdras Parra, ocurrido hace más de siete años, tras una castradora “cirugía de reasignación de sexo” a que se sometió el poeta venezolano en 1978, es la fuente de inspiración o motivación para crear Al pie del Támesis, según lo declaró Vargas Llosa en Lima, en vísperas de la temporada en el Teatro Británico, bajo la dirección de Luis Peirano y con las actuaciones de Alberto Isola y Bertha Poncorvo,el pasado mes de marzo.
Eso le ha permitido al célebre intelectual peruano (Arequipa, 1936) abordar con elegancia en un mismo espectáculo las temáticas de la homosexualidad y la transexualidad, ya que no es un secreto que hay una revisión a fondo de los derroteros de la sexualidad en el siglo XXI y por eso desde ya se estimula una necesaria investigación científica ante el incremento de dichas conductas o comportamientos sociales “nada convencionales y totalmente trasgresores para la moral y la ética burguesas”, sin contar el rechazo que aún hay en las naciones socialistas y en regímenes teocráticos a todo aquello que pueda interpretarse como “desviaciones de la normalidad” o cualquier otra manifestación de la libertad humana.
Sin temblarle el pulso y rompiendo con la pacata burguesía limeña, Vargas Llosa utilizó ese “encuentro inesperado” entre Cabrera Infante y Parra para mostrar en la escena una saga ficcionada sobre “Chispas” Bellatín, un adolescente de la rancia sociedad limeña que mató a su compañerito de estudios “Pirulo” Saavedra, porque éste intentó darle un beso en la boca mientras se entretenían en el gimnasio. “Chispas” (encarnado por Alberto Isola), 35 años después, revela una de sus más lacerantes pesadillas, mientras descansa en una suite del hotel Savoy de Londres: “Pirulo” se le presenta convertido en su “hermana” Raquel Saavedra (Bertha Pancorvo) tras una compleja operación en Casablanca, y lo invita a vivir lo que no pudieron antes, cuando eran jóvenes: amor, matrimonio y feliz vida de pareja.
“Chispas” en esa prolongada situación onírica, porque así es la técnica doble que usa el dramaturgo, desnuda su vida intima frustrada, su desastre físico-psicológico con las mujeres (lleva tres divorcios en fila) y asoma que es un homosexual que no se asume, lo cual queda materializado al final, porque otro “Pirulo” con toda la carga que ese personaje tiene, lo despierta para llevarlo a una importante reunión de negocios, que es el único ámbito donde “Chispas” ha triunfado y ganado fortuna. El sueño del irredento asesino finaliza con un estrujante monólogo que recuerda al Willy Loman de La muerte de un viajante de Arthur Miller, pero que no conduce al suicidio de “Chispas”, sino que lo lanza a proseguir con su vida del disimulo y su desenfrenada carrera por más riquezas, aunque sea infeliz en su privacidad.
Pretexto Esdras
Mario Vargas Llosa usó el caso Esdras Parra como pretexto para plasmar en la escena limeña otro suceso de homofobia no asumida y la solución que “Chispas” sueña dentro de su sueño: un cambio de sexo para que todo sea simulado. Nosotros creemos - el teatro tiene razón de ser por las metáforas que encierra- que el autor de La casa verde va más allá. Abofetea a la sociedad peruana y a sus similares en el resto del continente americano, porque juegan a la indefinición en la política como en el sexo, se traicionan a sí mismas con tal de ganar unos dólares más, aunque desgracien a las clases más pobres de sus republicas. Hay, pues, una lectura política muy obvia en Al pie del Támesis, porque sus personajes son símbolos, aunque el escándalo del sexo sea más sugerente, estridente y muy directo, y puede que asuste a unos mojigatos que aún quedan aquí o allá, a los que moran en sus closets de día y de noche salen cual lobos de cacería.

viernes, junio 20, 2008

Dos mujeres se disputan a Carlos Marx en Caracas

La dramaturga Gennys Pérez se “apropió” del proyecto teatral que tenía Nelly Prigorian para escenificar el monólogo teatral Marx en el Soho, del estadounidense Howard Zinn, y lo convirtió en su pieza Yo Carlos Marx, cuya exhibición en el Ateneo de Caracas fue "abortada" por un desacuerdo laboral y financiero con los actores Gustavo Rodríguez y Natalie Cortez.
La denuncia la hizo la misma Nelly Prigorian
-¿Dónde conoció a Gennys Pérez?
-Hacia el mes de octubre de 2005, porque estaba trabajando, desde hacia veces, con mi proyecto con el monólogo teatral Marx en el Soho, de Howard Zinn. Estaba intentando versionar dicho texto, el cual es más literario y muy poco teatral. Ahí se muestra a Karl Marx en la barriada neoyorquina del South of Houston o Soho. A mí me pareció posible colocar a Marx en una zona de Caracas y que fuese así comprensible para el público venezolano. Y por eso me proponía además montarlo, contando en la producción con mí marido Rolando Chávez, que es ejecutivo de Rctv, y el primer actor Gustavo Rodríguez.
-¿Qué hay en Marx en el Soho que deba ser evaluado por los venezolanos?
-Ahí se presenta la parte humana de Marx, la cual se conoce muy, la historia de un hombre de carne y hueso que amó, sufrió y lloró. Una faceta que muy pocos conocen, porque se ha promocionado más su lado filosófico y político en aquel europeo siglo XIX. Era una maravillosa posibilidad para mostrar esa faceta. Y por otro lado, yo pretendía, aprovechando la coyuntura social que vivimos en Venezuela, explicar un poco sus ideas, porque lamentablemente somos muy pocos los que conocemos con exactitud la posición ideológica o filosófica de tan importante pensador. Además yo pretendía hacer conocer así las bases del marxismo, utilizando los detalles de un Marx viviendo en Caracas.
-¿Por qué aparece Gennys Pérez?
-Por que no era fácil trabajar la adaptación, hacerla divertida o entretenida y así didáctica. Yo había acudido a otras personas, como nuestro amigo Henry Herrera, pero él no aceptó el proyecto porque tenía muchos compromisos con la película Miranda regresa y fue quien me recomendó que ese Marx debía ser pordiosero o buhonero, yo escogí al pordiosero o mendigo, porque me permitía jugar con las etapas oscuras de Marx cuando vivía en la miseria. También se lo propuse al escritor Alberto Barrera Tyzka porque su hábil pluma podía lograr lo que yo quería, pero el estaba dedicado a la escritura de su novela La enfermedad y tampoco podía entregarse a mi proyecto. A otras personas que yo aborde no les interesó el tema. Al final nos recomendaron a Gennys Pérez. Y le entregue una copia digitalizada de Marx en el Soho y unas cuantas páginas del texto que yo había logrado a partir de ese monólogo y le explique lo que quería hacer. Ella dijo que no escribía a “cuatro manos”, que era “original” en sus trabajos y que por lo tanto asumiría la redacción del proyecto.
“Ella se llevó los materiales y acordamos que yo sería la directora y que mi esposo estaría a cargo de la producción y Gustavo sería el protagonista. En diciembre del 2005 nos trajo su primer borrador en papel de Yo Carlos Marx, donde nos daba las gracias a mi esposo y a mí por haberla involucrado en el proyecto”.
-¿Hay plagio por parte de Gennys Pérez sobre el original de Howard Zinn?
-Yo no quiero hablar de plagio, sino de una gran falta de ética por parte de Gennys Pérez, de su carencia de principios. Ella se apoderó de la idea y de materiales del proyecto y los hizo suyos. Cuando ganó el Premio del Ministerio del Poder Popular para la Cultura, en diciembre del 2006, yo la llamé y la felicité por ese logro. Y fue ahí cuando me envió la versión definitiva, la cual ya había inscrito en Sacven. Al leerla me di cuenta que había eliminado la estructura del monólogo y creado un segundo personaje, a Jennys, la esposa de Marx. En una conversación, durante el 31 de diciembre, quedamos de acuerdo en que yo y mi esposo seríamos los productores del espectáculo. Pero durante el año 2007 no pudimos iniciar la producción, hasta que en este año 2008, en mayo, ella apareció con su producción en Maracay, echando por la borda todos los convenios verbales que hasta ese momento habíamos tenido.
-¿Usted la demandará?
-Mi abogado me dijo que yo podría pedir la coautoría, teniendo en cuenta las pruebas que yo guardo. Pero descarto la posibilidad de hacerlo, ya que no estoy de acuerdo en nada de lo escrito y como lo ha hecho en esa pieza. No voy a poner mi nombre en esa cosa, no quiero hacerme cómplice de ese horror, y creo que Marx debe estar escupiéndola desde la tumba. Ella no sabe que el teatro es un trabajo colectivo y no una tarea de una sola persona, y que hay que respetar a los que trabajan con uno. Lo que sorprende es que la solidaridad, eso que tanto clamaba Marx, el respeto al trabajo de los otros, es lo que menos esta en esta producción.

lunes, junio 16, 2008

Libro y montaje por medio cupón de Ibrahim Guerra

Sus cinco décadas en el teatro las va a celebrar, a lo grande, con un montaje que él mismo asegura “marcará historia” y un libro donde ha compilado tres de las 25 obras que ha escrito. Ese no es otro que Ibrahim Guerra (Caracas, 1944), quien desde los 12 años está peleando, sin pretender justificar así su apellido, para que no lo discriminen y además construirse su propio espacio en “esa inconmensurable y compleja república de las letras y las artes que, sea como sea, es orgullo para esta Tierra de Gracia”.
Ibrahim aprendió el abcé teatral de manos de la inolvidable Lily Álvarez Sierra, hizo su bachillerato y después estudió ingeniería en la Universidad Central de Venezuela, profesión que ejerció durante siete años y después abandonó porque “era insoportable”, y necesitaba hacer teatro y televisión a lo grande en los años posteriores.
MONTAJE Y 40 PIEZAS
Ha escrito, entre fallidas, logradas, engavetadas, contadas y montadas, más de 40 obras teatrales. Hay piezas que no volvió a tocar, aunque recuerda que las dejó de hacer, y otras ni intentó corregir por suponerlas malas. Considera que si no son buenas, al menos útiles, aunque sea para él, tiene unas 25.
No sabe que titulo le pondrán en Monte Ávila Editores Latinoamericana a su texto, pero sospecha que puede ser: Tres piezas teatrales de Ibrahim Guerra, o, tal vez, A 2,50 la cuba libre y otras piezas de Ibrahim Guerra. Se puso de acuerdo con Gustavo Ott para seleccionar a las más emblemáticas de su producción: A 2,50 la cuba libre, que, aunque lo define más como director, lo catapultó hacia la dramaturgia. Ganó el premio mexicano El Quetzal de Onix como la pieza venezolana más montada en ese país. Sabe que por lo menos han hecho 40 montajes de ella. Luego está VIP, quienes la leen suponen que es autobiográfica, pero no lo así; lo único que tiene de él es que todos los personajes son ingenieros. La aprecia porque es su único texto donde trata al género masculino, que no le gusta ni como actúa en la vida, ni en las tablas. Y cierra con Patria, versión de La ópera de los malandros, de John Gay, la misma de donde Bertold Brecht fusiló su Ópera de tres centavos. Él hizo lo mismo.
Está ensayando con los estudiantes del Instituto Universitario de Teatro el montaje de Marat-Sade, una variación sobre el original de Peter Weiss. Para ese espectáculo escribió 16 canciones que tendrán boleros, tangos, rancheras, bachatas y hasta hip-hop. “Será un espectáculo fantástico”, asegura.
SU GRAN PASIÒN
Aclara que más que actuar, producir o dirigir, su gran pasión fue “siempre escribir”, pero la visión escénica y las imágenes, con las enseñanzas de César Rengifo y Alberto de Paz y Mateos, lo llevaron irremediablemente a la dirección escénica. Se olvidó durante muchos años de escribir, pero su condición de director lo hizo crear una pieza a partir de un concepto por el que nadie en aquel entonces, en 1978, daba un centavo, el teatro hiperrealista. Surgió de su pasión por los botiquines, los ambientes sórdidos de los burdeles, de la inmensa admiración que siente por Román Chalbaud y su obra. Escribió A 2,50 la cuba libre porque ve en los botiquines uno de los ambientes más emblemáticos del Caribe. “Las mujeres torturadas, y auto torturadas son parte de ese ambiente”.
Explica que más que maestros dramaturgos, ha tenido inspiradores estilísticos y temáticos. Aunque, en verdad, no tiene un estilo definido, escribe lo que quiere y como le surgen las ideas de como deben ser montados tales textos. Es director, puestista integral, hace escenografías, luces, ambientes, le subyugan las atmósferas escénicas, por eso comienza por ahí. Cree que todo eso lo aprendió de Paz y Mateos. Sin embargo, “adoro a Rengifo por su lirismo epopéyico, a Román por la poética sórdida de sus ambientes prostibularios y mágicos; venero a José Gabriel Núñez por el desgarramiento vaginal de sus mujeres atormentadas; respeto a Elisa Lerner por lo dramático de su densidad cínica y cruel de su lirismo narrativo. Adoro la poesía trágica de Federico García Lorca y los autores griegos”.
PRÁCTICA Y METODO
Para escribir teatro arranca de sus pasiones y de sus visiones escénicas. Es apasionado con todo y por eso se desgarra para sí mismo. Cuando escribe se ve conviviendo con sus personajes; hace como Cabrujas, que dirigía a los actores en el escenario, dándole las indicaciones a los actores en el oído. Hace lo mismo con sus personajes, les sopla lo que tienen que decir, y lo dicen. Si no habla por ellos, tal vez por eso se parece a él. Afirma que “toda obra teatral surge de un error, de un vicio o de una aberración mental de sus protagonistas, de una neurosis, de una anomalía. Los personajes normales no inspiran empatía en el público, porque en la vida nadie lo es”.
No rescribe las piezas cuando las lleva a escena, ni las suyas ni las de ningún otro dramaturgo. Ocurre que cuando escribe la obra a la vez la va descubriendo escénicamente. Cualquier corte que le haga en el montaje, le parece una mutilación escénica. No es que se enamore de sus textos, pero intenta dejarlos depurados en la escritura. Hay piezas que si las va a montar, las deja en bruto para ajustarlas con los actores durante los ensayos de mesa. “Cuando se trata de los clásicos, les meto tijeras por todos lados, para ajustarlos a la modernidad que vivo”.
Da clases de guiones para televisión, cine y teatro, y además enseña diferentes vías para emprender la construcción de historias vigorosas e inventar personajes sólidos, y subraya que “eso lo deben estudiar, porque aprenderlo por si mismos les puede llevar más tiempo del necesario”.

La nona puede devorarnos a todos


La Compañía Regional de Teatro de Portuguesa lleva más de 25 años de labores útiles para el desarrollo de las artes escénicas en su región y en Venezuela. Ignorar su aporte es una mezquindad que todavía no se práctica ni en los medios de comunicación ni en el sector gubernamental, pero de repente insurgen por ahí gentes con patas de cochino que sí lo han intentado, infructuosamente.
Mientras tanto, Carlos Arroyo y su gente, pensando siempre en la culturización de su comunidad, han llevado a la escena una pieza emblemática del teatro argentino, La nonna (1977) de Roberto Cossa, versionada y dirigida por Aníbal Grunn, con la cual hacen una primera temporada de tres semanas en el Complejo Teatral de Occidente Herman Lejter, en la capital portugueseña.¡En la puerta del llano florece la cultura... como siempre ha sido!
Roberto (Buenos Aires, 30 de noviembre de 1934), líder de la nueva generación de dramaturgos realistas, tiene en su haber piezas como Nuestro fin de semana, El viejo criado, Tute cabrero, Ya nadie recuerda a Frederic Chopin y Yepeto, además de La nona. Es de los que predica “que hay que hacer un espectáculo que haga reflexionar pero nunca aburrir, porque un espectáculo bello, que trate el tema del amor, puede hacer reflexionar tanto como un teatro político".
Y es por eso que La nonna es el mejor ejemplo del teatro que entretiene y al mismo tiempo enseña lo que no conviene hacer, lo que es nefasto para el colectivo y mucho más cuando la situación socioeconómica ha llegado al límite.
La nonna, modelo del grotesco argentino, fue un arma contra la feroz dictadura militar por su discurso disfrazado con un juego escénico centrado en los siete miembros de una familia de procedencia italianas quienes luchan desesperadamente para la sobrevivencia en medio de un contexto deprimido y con severa represión de las autoridades. Era una parábola obvia, donde la nonna era el Estado devorador que pretendia digerirse a todo un país, cosa que finalmente no ocurrió porque los malos también pierden, como diría mi abuela.
Es patético ver a esos siete inmigrantes que luchan lo indecible para la supervivencia en medio de una sociedad hostil, pero no todos los hacen con dignidad, ni cuentan con suerte, mientras que unos se prostituyen y los otros practican el individualismo exacerbado, mientras que a la Nonna sólo le interesa comer y comer, mientras se van muriendo cada uno de sus parientes, sin importarle el resto de la familia. Una muestra de que el capitalismo no es nada humanista y que es la destrucción del genero humano.Y cualquier sistema politico que use el poder del Estado para abusar de los ciudadanos y los use en su beneficio personal.¡Bravo Aníbal Grunn
El director Grunn para darle mayor verismo a su espectáculo equiparó a los personajes con cada uno de los siete pecados capitales y así obtuvo una redonda y alucinante puesta en escena, gracias a que los comediantes tenían esa conducta o formato para componer su rol. La Nona (Jesús Plaza) es una conmovedora gula, Carmelo (Julián Ramos) es la ira, Chicho (Elvis Collado) la pereza, Angela (Mercy Mendoza) la envidia, María (Edilsa Montilla) la soberbia, Martica (Elizabeth Prato) es la lujuria y Don Francisco (Giuseppe Fichetti) la avaricia.
Un verdadero reto actoral, logrado en un elevado porcentaje, que no deja nada para la imaginación del público que sale conmovido de la sala. ¡Y eso se hace a seis horas por carretera de Caracas!¡Guanare da el ejemplo!

sábado, junio 14, 2008

Mafiosos gringos se trasnochan en Caracas

Las comedias musicales tienen su “atracción fatal” para los artistas venezolanos. Sacrifican hasta sus camisas con tal de mostrar versiones de las que ven en Nueva York o Londres, o en sus videohomes particulares. Recordamos esto porque en el Teatro Trasnocho, más conocido como “el ateneo caraqueño del siglo XXI”, una vigorosa y ambiciosa tropa juvenil, cuya edad promedio no supera los 22 años, dan apasionada vida escénica a Mafiosical, en cuya trama participa además un grupo de mafiosos gringos perseguidos por la policía de Manhattan. Se trata de una producción del grupo Skena y su Taller de Formación Actoral del Trasnocho Cultural, cuyo texto es interpretado por 40 aspirantes a convertirse en actores, cantantes y bailarines, además de la profesional participación del quinteto The Jazz Band, todos dirigidos por Armando Álvarez.
Antes de meterle el diente a Mafiosical, hay que recordar que las susodichas comedias musicales del West End londinense o del Broadway neoyorquino, son posibles por la suma de los mejores talentos, desde dramaturgos hasta iluminadores, pasando por directores, actores, cantantes, bailarines, vestuaristas, escenógrafos y publicistas. Los gestores de los dólares o las libras esterlinas que financian ese fantástico aparato lúdico cultural, son los motores de tales espectáculos. Pero detrás de todos ellos hay otro monumental tinglado de universidades, talleres, estudios y maestros que apuntala el desarrollo del talento y capacita a las nuevas generaciones de artistas y espectadores, además del abierto apoyo de las alcaldías que exoneran de impuestos y otras leguleyadas, para que las inversiones millonarias no den perdidas catastróficas cuando el público, terrible crítico de las mil cabezas, repudie alguno de esos espectáculos y los saque de escena en cuestión de días. Hay, pues, toda una comunidad preocupada porque se hagan los mejores espectáculos del mundo, los cuales se convierten en atractivos turísticos para la audiencia foránea. ¡El negocio suele ser redondo en esas urbes imperiales!
Aquí en Caracas, Basilio Álvarez y su gente del Skena, conociendo la complejidad de hacer una comedia musical al estilo foráneo, parodiando a las susodichas creaciones endógenas se atrevieron a mostrar su Mafiosical. Lo obtenido no es malo ni bueno, pero se soporta, entretiene un tantico y logra catapultar la imaginación hacia dos o tres años del futuro, cuando los más destacados de ese elenco estén en sólidas condiciones artísticas para hacer sus carreras profesionales. Tienen juventud y ese incontenible deseo de aprender, además del talento natural que algunos están cultivando, como es el caso de Jan (impacta por el manejo de su cuerpo y su máscara) y Josette (conmueve por la ternura de su personaje y tiene buena vocalización), los unigénitos de los reconocidos histriones Javier y Julie Restifo de Vidal.
Ese conjunto actoral, con sus excepciones, luce bisoño, necesita más entrenamiento con los bailes y las caracterizaciones, pero donde tiene que afincarse de inmediato es al óptimo control de su aparato foniátrico. Las voces, en su mayoría, están mal colocadas o son insoportables. Eso hay que mejorarlo de inmediato, porque la voz no sólo es para actuar y cantar, sino sumamente útil en la convivencia cotidiana y además un pasaporte hacia el amor, y mucho más cuando hay juventud. Creemos que ese elenco es adecuado para otro tipo de espectáculo menos exigente y acorde con sus condiciones artísticas en desarrollo.
Lo que está muy bien y no podemos ignorarlo es el talento de Basilio Álvarez y Armando Álvarez (no son hermanos) para escribir Mafiosical, audaz comedia ambientada en un mítico Nueva York de los años 30 o 20, en cuyo argumento se utiliza a un grupo de malandrines mafiosos que se esconden en una sala de teatro, secuestran a los actores que ensayan una comedia musical y terminan actuando para intentar salvarse de las fuerzas policiales que los persiguen por el trafico ilegal de licores. Ese texto, con un elenco profesional, habría sido “un tiro al piso”, como acostumbra puntualizar el teatrero Moisés Guevara, pero con los alumnos del taller resultó precario, carece de contundencia. ¡Roma no se hizo en un día!
Skena
Fundada el 13 de octubre de 1979, Skena es una agrupación teatral de profesionales, liderizada por Basilio Álvarez, la cual además se ha dedicado a la capacitación del relevo artístico durante 28 años, pero desde 1999 ha realizado unos 20 talleres-montajes, los cuales culminaron con temporadas en salas profesionales. Así le han abierto el camino a más de un aspirante a la carrera actoral, asunto que en Venezuela tiene unos cuantos obstáculos que sí se pueden superar, siempre y cuando haya dedicación. Preparar elencos para comedias musicales no es un asunto fácil, pero lo han intentado y Mafiosical es una muestra digna. ¡Felicitaciones por ese esfuerzo!

miércoles, junio 11, 2008

Para cruzar algo más que el Niágara

Mientras cierta gente se dedica a colocar trabas o inventarle conflictos al trabajo que hacen los teatreros, estos saltan obstáculos, controlan rémoras y se entregan a crear sus espectáculos, confiando que al final del túnel hay una luz y podrán enrutar definitivamente sus carreras profesionales. Como eso lo estamos viendo y reseñando desde 1969, nos ha correspondido constatar el eclipse de pioneros, el surgimiento y la caída de un huracanado movimiento, y ahora hay un obvio renacer con los sobrevivientes reforzados por una valiosa generación de actores y actrices que emergen de institutos universitarios y indispensables talleres de capacitación. En síntesis, tenemos el teatro que nos merecemos, el que hacemos y para testimoniarlo hay algunos medios de comunicación que insisten en su labor cultural en medio del bochinche de la torpe politiquería.
Y como prueba que sí vienen mejores tiempos para las artes escénicas está el hermoso espectáculo El cruce sobre el Niágara, del peruano Alonso Alegría, el cual se presenta en la Sala Horacio Peterson, con la creativa dirección de Melissa Wolf, las conmovedoras actuaciones de Daniel Rodríguez y Jesús Cova y la cuidada producción del Celcit y el Grupo Actoral 80. Una obra y un montaje dignos del momento de efervescencia que viven las artes escénicas, de esa alianza o maridaje que debe fortalecerse entre las emergentes generaciones y las que llevan un camino recorrido y tienen aún mucho que dar todavía.
El cruce sobre el Niágara, ganadora del Premio Casa de las Américas de 1969 y montada en más de 50 países, fue estrenada en El Nuevo Grupo de Caracas (Sala Juana Sujo), durante la temporada de 1982 por Carlota Vivas y los actores Jorge Canelón y Rene Rivero. Está centrada en la posible relación de amistad que surgió entre Charles Blondin (célebre equilibrista francés) y su joven admirador Carlo, tras una inesperada visita que pone en tela de juicio el profesionalismo del famoso personaje, porque su desconocido interlocutor le revela que ha detectado malas mañas en su oficio, falencias que incluso pueden hacerle peligrar su vida misma.
Y como una patética demostración de lealtad y amistad, pero al mismo tiempo como proeza única para la historia de sus vidas, Blondin, con Carlo sobre sus hombros, acuerdan cruzar una vez la cuerda floja, de 330 metros, que unen a Estados Unidos y Canada, a 48 metros de altura, sobre el río de las famosas cataratas, sobre las furiosas cataratas.¡Y lo logran!
El dramaturgo Alegría (1940) a partir de un personaje de la vida real creó esa fábula cuya metáfora es una exaltación de la amistad por encima de los protocolos y los prejuicios, es la alianza que todos queremos ver entre los que emergen y los van en la vanguardia, como debe lograrse entre los teatreros venezolanos en estos tiempos. ¡La vida copia al teatro!
El montaje creado a partir de las magníficas habilidades físicas, casi circenses de los actores, atrapa al público y lo coloca sobre esa fantástica cuerda floja, donde están siempre la amistad y el amor, como por supuesto lo enseñan mágicamente Blondin-Daniel y Carlo-Jesús. Una pareja de comediantes que viene desde abajo, pidiendo y ganando su derecho de ser vistos y aplaudidos. ¡Bravo!
Sobre este texto, Melissa Wolf, su directora, señala que es "una obra que nos habla de lo posible, del compromiso y del infinito poder de la amistad". Y por eso consigue esa transparencia de los personajes, esa relación que estremece porque los muestra a los dos desnudos ante la inmensidad de la fuerza de la naturaleza representada por las cataratas del Niágara. Un desafío de la inteligencia y la osadía humanas capaces de apostar, de retar y ganarle a la misma fuerza de la gravedad, de hacer posible un sueño
La iluminación es de José Jiménez, la asistencia de dirección está a cargo de Luis Chicott y la asistencia de escena es de Juan Vicente Pérez.

domingo, junio 08, 2008

La historia de Manuel Caballero

Habita un pequeño apartamento en la urbanización Santa Fe Norte. Nunca está solo. Lo acompañan un centenar de imágenes y tallas populares de la milagrosa Divina Pastora, varios centenares de libros, todos leídos, su indispensable computadora y un millón de recuerdos, entre ellos los de su esposa, la poetisa Hanni Ossot, fallecida el 31 de diciembre de 2002. Pero siempre está trabajando en sus ambiciosos proyectos literarios o en sus lucidos artículos iconoclastas para los periódicos, aunque es activo un profesor jubilado de la Universidad Central de Venezuela.
Ese es Manuel Caballero (Barquisimeto, 5 de diciembre de 1931), polémico historiador y periodista, autor de más de 50 libros sobre historiografía, política y literatura; miembro de varias academias nacionales e internacionales, ganador de codiciados premios y hasta ahora es el único criollo publicado en la Universidad de Cambridge, donde se doctoró con una tesis sobre la Internacional Comunista y la revolución latinoamericana.
Su más reciente texto, Contra la abolición de la historia, de 196 paginas, publicado por la Editorial Alfa, debe ser leído y digerido por tirios y troyanos porque compila “un conjunto de hipótesis, de proposiciones, sobre la historia del siglo XX venezolano”, las cuales son verificables o no, “como debe ser siempre una proposición que aspira a una cierta validez científica”. Aunque este autor, férreo opositor al paternalismo de Estado, sueña que ellas abran un debate y “no cerrarlo”.
“Contra la abolición de la historia”, “Maldición y elogio del sigo veinte”, “Libertad e igualdad: ¿hermanos enemigos”, “Un nación y un continente”,”Un hombre, no un dios”, “El Betancourt histórico y el Betancourt historiador” y “Visión y testimonio del siglo XX” son los capítulos o temas de la publicación, donde reconoce que, tras abandonar al Escuela de Derecho de la UCV, inició sus estudios de historia accidentados primero y sistemáticos luego, que, al correr de los años “me llevaron a la docencia universitaria, y a escribir algunos libros. Puedo decir que, para mí peor sobre todo para el país, no fueron, aquellos, años de serenidad académica: fueron años de una rebeldía permanente”.
Se convirtió en historiador por un sencillo afán de conocimientos. “Nosotros no nacemos por generación espontánea, nacemos con una historia familiar y con la historia de un país. Estudió historia para pretender explicarme la razón de ser. Así como no se puede vivir sin memoria, así tan poco se puede vivir sin historia, la cual no es otra cosa que la memoria colectiva de los pueblos”.
No está de acuerdo con el japonés, nacido en Chicago, Francis Fukuyama, quien afirma que la historia como la lucha contra las ideologías ha concluido y que ahora se vive una etapa donde la política y la economía neoliberal se imponen a las utopías, tras el fin de la guerra fría. “Su tesis se basa, un poco, en la dialéctica hegeliana y de cierto modo en los planteamientos de Marx, quien enseña que la historia de la humanidad es la saga de la lucha de clases, pero llega un momento en que esta desaparece por el triunfo del proletariado, y es ahí cuando verdaderamente comienza la historia, porque lo que se vivió antes era la prehistoria. Los planteamientos de Fukuyama son absurdos, ya que la historia es la memoria colectiva de los pueblos. Además, el florentino Dante Alighieri enseña que no hay nada mejor que recordar en tiempos de amargura los momentos felices”.
Sobre la historiografía venezolana reitera que ha pasado por varios etapas: la romántica o la historia oficial, donde solamente hay héroes, superhombres o ángeles militares; pero se empezó a romper con los positivistas, quienes le dieron un vuelco, aunque estaban bajo la férula del Benemérito, y ahora hay una etapa que gira todo en torno a Bolívar, pero haciendo énfasis en las condiciones militares del Libertador; eso es aburrido por la reiteración de las fechas de las batallas y por las citas de sus supuestos momentos memorables.
Abolición
Manuel denuncia en su libro que hay un movimiento fascista a la venezolana cuyo objetivo final es la abolición de la historia para sustituirla por la leyenda y el mito y para borrar de ella a su principal actor: el colectivo. Esto puede parecer una exageración, un disparate: ¿es posible que haya quien sea tan descocado como para pretender que se pueda abolir la historia, que se pueda tapar el sol con un dedo? Digamos antes que nada que los venezolanos no tenemos ni la exclusividad ni la originalidad de ese propósito. En general, se trata de una invención de los regímenes totalitarios, pero muy en especial del fascismo alemán. En su condición de ocupante de la Francia vencida, Herman Goering lo expresaba así en 1940: ‘se debe borrar el año 1789 de la historia’ Y apunta que todo ese se hace porque se pretende reducir a los venezolanos al estado de niñez mental. “Acríticos, sumisos si bien llorones, obedientes al Padre Protector, crueles y despiadados. Sobre todo, como no tienen historia, no tiene porque recordarla: están entonces, diría Santayana, condenados a repetirla”.


viernes, junio 06, 2008

El encanto del teatro universitario

Las universidades y otras instituciones de educación superior han colaborado en el desarrollo de las artes escénicas venezolanas a lo largo del siglo XX y por los vientos que soplan durante esta centuria ese apoyo se agigantará gracias a la creación de la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Uneartes), con lo cual las diversas disciplinas artísticas tendrán por fin su ingreso a la Academia con todo lo positivo que eso trae para toda la comunidad.
Ahí está la historia no escrita para revisar y mirar lo positivo que significó el Teatro Universitario de la UCV, especialmente durante la pasantía de Nicolás Curiel, o todo el trabajo adelantado por el profesor Marco Reyes Andrade en la UCAB, quienes lograron encantar, cual versiones criollas del flautista de Hamelin, a centenares de muchachas y muchachos para que hicieran un espacio en sus agendas y acudieran a los ensayos y después a las representaciones de singulares espectáculos teatrales. De esos experimentos salieron figuras positivas para la dramaturgia y la actuación, nadie puede dudarlo, además de que llegaron al público universitario. Esos ejemplos no se han detenido y otras generaciones de artistas han dado sus primeros pasos en las aulas universitarias, quizás con no tanta promoción como las anteriores, pero lo importante es que la huella no se ha perdido. ¡Han seguido nutriendo a la historiografía del teatro, pese a que no se registre ni divulgue con generosidad!
¿Qué hará Uneartes con las existentes agrupaciones de teatreros universitarios? Hay que esperar esas decisiones y proyectos concretos que serán, como es obvio, estimulantes. Mientras tanto, reseñamos con simpatía la aparición del Grupo Teatral de la Universidad Nacional Experimental Politécnica (Unexpo), que bajo la dirección de Reinaldo Pérez se ha presentado en el Ateneo de Caracas con el espectáculo El encanto, en el que participan 14 alumnos.
Escrito por Reinaldo Pérez, El encanto es el melodrama de un grupo de hetairas del burdel El encanto, ubicado en cualquier población venezolana, donde cada una de ellas y sus “amigos de turno” cuentan sus peripecias existenciales en medio del jolgorio natural, estimulado por los licores y las “conspiraciones hormonales”, pero al final se enteran del inminente cierre de ese establecimiento porque una de ellas ha contagiado una enfermedad de transmisión sexual al hijo del alcalde.
La obra revela sin maquillaje alguno las costuras de diversos textos que existen sobre esa temática, desde El pez que fuma de Román Chalbaud y A 2,50 la cuba libre de Ibrahim Guerra, entre otros, que dieron origen a exitosos espectáculos. El autor debe revisar su texto y enriquecerlo, porque tiene unos cuantos ángulos dignos de ser más trabajados o depurados. Él está redondo de buenas intenciones y por eso afirma que su pieza “no es más que el reflejo de lo que somos, unos pasajeros del tren de la vida, que van perdiendo el brillo con el transcurrir del tiempo”.
El montaje y las actuaciones revelan la presencia de un puñado de actores y actrices con talento para ser cultivado, si es que les interesa esa actividad como profesión, para lo cual tendrán que capacitarse adecuadamente, como lo han demostrado: Eduardo Briceño, Albir Gudiño, Belly Pérez, Ilich Escobar, Dariana Villaroel, Yosbelis Freites, Keila Hernández, Yanibel Ottamendi, Ender Aguilar, Rosmary Díaz, Maria Caldeira, Raquel Acero, Germán Noda y Xavier Pi Merino, ayudados por las coreografías de Gabriela Gamboa, la musicalización de Germán Noda y Ender Aguilar, la producción de Eider Elbitar, todos bajo la dirección y producción general de Reynaldo Pérez.
¡En la Unexpo hay gente útil para el teatro!

martes, junio 03, 2008

Miguel Issa llevó ecos de Bertold Brecht al MBA

Carlos Giménez “se fue de gira” el 28 de marzo de 1993 y no pudo materializar uno de sus grandes anhelos: hacer un espectáculo en el Poliedro a partir de la Guía Telefónica de Caracas. Tenía bastante adelantado su proyecto y había comisionado a varios escritores y periodistas los textos para irlos montando. Nadie más hasta ahora ha pretendido tamaña empresa creativa o algo similar. Pero creemos que ya existe esa persona y los lectores lo deducirán al concluir esta reseña.
Por supuesto que no es fácil transformar un texto de literatura dramática en espectáculo audiovisual capaz de dilucidar la metáfora que propuso el autor. Montar una pieza no es únicamente mover a los actores cual jugadores de un ping pong verbal, o una competencia de quien tiene mejor memoria y comete menos gazapos, ni tampoco iluminarlos, vestirlos y someterlos a musicalizaciones, cual si fuesen modelos de ropajes de firma. Escenificar una pieza es una tarea compleja que exige del director un cúmulo de conocimientos propios de su oficio, además de una montaña de sensibilidad y, por si fuera poco, un respetable nivel cultural. Por la ausencia de creativos directores es el que teatro ha perdido ese público que espera a que le representen un cuento en formas agradables y además convincentes. Un montaje correcto no necesita de conferencias previas o posteriores a la escenificación, ni tampoco ditirámbicos reportajes o vistosos programas de mano, porque la obra se explica desde la escena y atrapa al crítico de las mil cabezas. ¡No es tan fácil... como comer mango con las manos!
No abundan los directores en Venezuela. Cuatro o cinco merecen ese calificativo. Pero ahora, Miguel Issa (Caracas, 1963) se suma y ubica en la vanguardia de tan exigua lista. Un artista que viene de cultivar con esmero la danza-teatro y quien durante la temporada 2007 realizó el memorable espectáculo Los comparseros, con alumnos del Iudet, para homenajear al gran César Rengifo, utilizando sus textos dramáticos y detalles de su obra plástica.
Issa, a instancias de la Compañía Nacional de Teatro, exorcizó al fantasma del alemán Bertold Brecht, muerto a los 58 años en 1956, y con audacia y sensibilidad seleccionó fragmentos de sus más significativas obras, los sazonó con música que Kurt Weill compuso para ellas, y logró el guión de un espectáculo que macera teatro, poesía. danza, baile, circo, performance y canciones, además de videos, para darle al venezolano del siglo XXI una visión lúdica sobre una centuria que se debatió entre el bien y el mal, entre el dolor y la alegría, entre el amor y el desamor, y advertirle que esos tiempos pueden volver porque los seres humanos no hemos cambiado significativamente. Todo eso es El eco de los ciruelos, el cual se exhibe gratuitamente hasta el próximo domingo en el Museo de Bellas Artes, para exaltar la tarea pionera de Nicolás Curiel en el antiguo Teatro Universitario de la UCV.
Son 90 minutos de trepidante ceremonia que oscila entre la danza y el teatro esperpéntico, con toques del cabaret de la Alemania nazi y sendas patéticas actuaciones con poemas que estrujan el alma del espectador más duro. En fin: nadie se queda quieto en su silla y es obligado a mover el cuello o el cuerpo para buscar las escenas que se exhiben en siete espacios, todo eso en medio de un recital con ritmos que hicieron historia en el siglo pasado.
Actores, bailarines, cantantes y músicos, además de técnicos, hicieron posible esa inolvidable cita con el arte escénico criollo.Un espectáculo que demuestra las condiciones creativas de Miguel Issa, quien sin sus artistas no habría logrado nada parecido. Y por eso aquí recordamos sus nombres, porque imposible silenciarlos o condenarlos al perverso ostracismo: Daniel Pacheco, Xiomara Mistage, Andrés Barrios Giovanni Ramírez, Daniel Pacheco, Rodrigo Pimentel, Juan Manuel Sánchez, Adrián Suárez, Lester Arias, Mercedes Barrios, Carla Barquero, Yarua Camagni, Simona Chirinos, Héctor Castro, Jorge Cogollo, Alma Fabiola Kochen, Adriana Devia, Javier De Vita, María Isabel Franco, Christian Jiménez, Alieska Gil, Khalil Gómez, Francisco González, Regina González, Brian Landaeta, Roy Lorenzo, María Jesús Mendible, Carolina Petit ,Katherine Pimentel, Alexander Rivera, José Gregorio Rodríguez, Ildemar Saavedra, Eliana Santander, Irabé Seijas, Alexis Sulbarán, Juan Solórzano y Darío Soto. ¡Todos a la altura de su compromiso y algunos con mucho futuro para lograr su acrecentamiento, si Dios lo permite!


Miguel Curiel reaparece con dos largometrajes

En una calle perdida de la caraqueña Altamira funciona un desolado bar. La dueña y su hija atienden a tres hombres, quienes pasan sus noches, día tras día, al ritmo de las historias que narran cada uno de ellos. Hasta que durante una jornada, mientras juegan la última partida de dominó, entra súbitamente a la cantina una hermosa y elegante mujer, que es la misma dama de la historia que uno de ellos ha comenzado a evocar. Repentinamente, el mundo vacío y ordinario de estos personajes se ve trastocado con la inesperada presencia de la visitante, especie de ángel o demonio, irreal o real. La fantasía y la realidad se entremezclan, en un juego donde se pone al descubierto la naturaleza humana.
Así, casi al borde del delirio,"por muchas cosas buenas que me están pasando”, el cineasta venezolano Miguel Curiel (Londres, 13 de junio de 1953), sintetizó la sinopsis literaria y visual de su nueva película No me lo van a creer, la cual está en avanzado proceso de montaje, mientras que en el Zulia comenzó a rodar su tercer largometraje, La niña de Maracaibo, el cual será exhibido en español, wayuú y euskadi, en concordancia con la decisión de la Unesco de decretar el 2008 como “El año de las lenguas”. En resumen: reaparece con dos peliculones, en el formato del largometraje, “aunque yo nunca me había ido del cine, como pudieron creer algunos maliciosos”, afirma al tiempo de recordar que debutó, hacia 1986, con Una noche oriental, basada en la obra teatral homónima de José Ignacio Cabrujas.
SEGUNDO LARGOMETRAJE
”En los últimos 22 años he estado estrechamente vinculado a una serie de actividades políticas del cine venezolano, participando especialmente en sus instituciones como la Asociación Nacional de Autores Cinematográficos (Anac). Fueron años difíciles para hacer cine y por eso me instalé en Europa. No me fui para Estados Unidos porque allá no nos respetan ni tampoco quise dedicarme a dirigir telenovelas y otros productos de la televisión local. En el Viejo Continente trate de armar mis películas y me dediqué a trabajar en documentales sobre temáticas sociales y políticas, pagados por los europeos en general”,
Hizo varios documentales, como Hasta siempre comandante sobre la ruptura entre Douglas Bravo y Teodoro Petkoff, la cual históricamente significó el fin de la guerrilla en Venezuela. “Vengo de una escuela práctica de hacer cine. De experiencias francesas donde había que producir películas con bajo presupuesto y en pocos días. Comprendí e internalicé que el cine no se hace con dinero sino con buena voluntad”, apunta Curiel.
En Caracas, y con los guiones de sus dos largometrajes que no lo dejaban dormir, Curiel armó su equipo, para No me lo van a creer, bautizándolo “Conamigos”, pero que hasta ese momento eran “desconocidos”. Y comenzaron a trabajar para el rodaje. “Ahora somos 26 socios, cuatro de ellos son empresas y 22 personas. Fue una especie de cooperativa, pero realmente es una sociedad. Si contabilizamos lo que todo ese trabajo hubiese exigido en sueldos y gastos, sería una suma cercana a los mil millones de bolívares viejos, pero que ahora es un modesto millón de bolívares fuertes, precisamente cuando en estos momentos una película cuesta dos millones de bolívares fuertes. Ya le solicitamos al Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (Cnac) un apoyo para la terminación, que serían unos 400 mil bolívares fuertes”.
No me lo van a creer fue rodada íntegramente en video, durante siete días con sus noches. Y su montaje avanza en la computadora, por lo que se espera que este año pueda ser exhibida. “Fue una experiencia extraordinaria hacerla. La historia y la dirección son mías, pero nunca se hubiera podido concluir sin el apoyo de todos los profesionales ahí involucrados. Todo eso me ha entusiasmado a trabajar con las nuevas generaciones de artistas criollos. Y por supuesto no puedo dejar de nombrar a mis actores: Emma Rabbe, Eduardo Orozco, Rosa Ohanesian, Miguel Josue Colmenares, Christopher Bencomo, Romelia Agüero, Elías Lugo y Ginebra Chacón. Mi película debe durar 75 minutos y no esperamos estar en 25 salas sino en cuatro salitas. Es un formato para contar pequeñas historias. Mi opción es un cine pequeño, privado e intimista. Que aborde los problemas de los venezolanos comunes y corrientes”.
TERCER LARGOMETRAJE
Miguel Curiel cuenta que La niña de Maracaibo, su tercer largometraje que comenzó a rodar, en diversas zonas del estado zuliano, desde el pasado 19 de mayo y deberá concluir hacia el 20 de junio, está inspirado en la historia del cacique José de la Rosa Fernández, “El Torito”. El líder de los guajiros que decidió mezclar su cultura por lo que se casa con una alijuna, una mujer no perteneciente a la etnia wuayú. Ahí participan, en los roles protagónicos, Daniel Alvarado, Karina Velásquez y el actor vasco Asier Hernández,
Relata Curiel que “la trama identifica tres dramas basados en una princesa esposa del líder de los guajiros, un barco usado para el tráfico ilegal de esmeraldas y la pequeña heredera del poderío de la comunidad. "Más que una visión de la comunidad wayuú, es un homenaje a nuestras raíces y a las más puras expresiones de quienes, a pesar de la globalización, siguen luchando por mantener intactas sus creencias, virtudes y fortalezas".
Para Curiel, "el enfrentamiento de las dos visiones, la occidental y la wayuú, es el propósito de esta historia. “Confrontándolas, desmontamos las mitologías preconcebidas y las imágenes cliché, muchas veces caricaturescas, que se tienen y se mantienen sobre estas etnias a la que absurdamente se conoce como indios".

domingo, junio 01, 2008

Los siete pecados capitales de Guanare

A Dios gracias el teatro venezolano no es únicamente el que se produce y muestra en Caracas. Lamentablemente, por problemas de transporte, como la carencia de un hilvanado sistema ferroviario, es difícil la posibilidad de un turismo cultural centrado especialmente en las actividades teatrales que se realizan en todo el país. Cuando los trenes unan las capitales de las 24 regiones, se disfrutará de una agenda cultural nacional. Mientras tanto, hay que recurrir al incomodo y extenuante transporte terrestre y ni hablar del costoso y limitado uso de la aviación. ¡ Pero, nadie puede dudarlo, un buen espectáculo bien vale un sacrificio
Tras esta advertencia, que no es nueva, invitamos a los teatromaníacos para que planifiquen sus actividades a partir del 12 de junio, cuando en Guanare, estado Portuguesa, comience una temporada de tres semanas con la comedia La Nonna, de Roberto Cossa. Sube a escena por la dirección de Aníbal Grunn y la producción y con los actores de la Compañía Regional de Portuguesa: Jesús Plaza, Julián Ramos, Elvis Collado, Mercy Mendoza, Edilsa Montilla, Giuseppe Fichetti y Elizabeth Prato. ¡Vendrán algunas funciones en otras poblaciones y Caracas está en esa ruta!
Aníbal Grunn, actor, autor y director argentino de 60 años, pero con más de tres décadas en Venezuela, aclara que él no cree en divisiones geográficas, pero sí cree que “el teatro es uno solo, se haga donde se haga”. Por otra parte, cada vez que lo llaman para dirigir un montaje en la Compañía Regional de Portuguesa, le produce tanto placer como sentarse ante una espléndida mesa a deleitarse con exquisitos manjares. Utiliza ese ejemplo, ya que la obra que está trabajando tiene referencias culinarias. Y con este espectáculo, salda una cuenta con su pasado.
Vio el estreno de La Nonna en Argentina, hacia 1978, en plena dictadura militar, y le impactó su contenido político y social. Inmediatamente se dijo que alguna vez la iba a dirigir. Y así lo ha cumplido. La Nonna es la historia de una voraz anciana de 100 años, cabeza de una pequeña familia, que devora todo lo que encuentra a su paso, “es como el capitalismo que no deja nada en pie”. Es, a su vez, uno de los peores pecados capitales: la gula. A ella la acompañan su hija Angela, solterona llena de odios y de envidia; sus nietos Carmelo (la ira) y Chicho (la pereza), su nieta política, la esposa de Carmelo, María (la soberbia), su bisnieta Martica (la lujuria) y un ser ajeno a la familia, alguien con quien casan a la Nonna, Francisco (la avaricia). “Con todos estos ingredientes y mucho humor negro, mucho sarcasmo y mucho absurdo, tenemos 90 minutos de un sainete contemporáneo”.
La Nonna es una metáfora sobre los siete pecados capitales, los cuales forman parte en mayor o menor medida de cada uno de nosotros. Y si no profundizamos tanto, podría decir que todos, absolutamente todos tenemos una Nonna cerca de nosotros. No es una versión, pero se le eliminaron los argentinismos para darle cierta universalidad y le recortaron algunas escenas y no está ubicada en ningún lugar geográfico específico.
Para este espectáculo Aníbal tiene a su lado, por segunda vez, a Manuel Manzanilla, que ha diseñado un espacio escénico compuesto de guacales de madera, que hacen de paredes, de muebles, etcétera. También se ocupó del interesante vestuario. Subraya, que está dedicado a mostrar humor escénico, porque lo disfruta mucho más. Siente que a través del humor puede llegar a decir muchas más cosas que con un texto de mayor intensidad dramática. ¡El público recibe mejor las cosas si aprende a reírse y disfrutar de la risa!
Aníbal Grunn creyó conveniente aclarar que su pasantía por el Teatro Escena 8 de Caracas fue extraordinaria. Se siente orgulloso de haber hecho de ese espacio una referencia importante para el movimiento teatral. "Cuando me ofrecieron la gerencia, muchos compañeros y colegas me dijeron que estaba loco, que esa sala estaba muerta, que no iba a poder. Ahora que me he ido, me piden que vuelva, que el movimiento teatral me necesita. Creo que, como todo en la vida, nada es para siempre. Cumplí un rol importante, trabajé mucho, me entregué en cuerpo y alma. Le dediqué todos mis días en esos dos años. Pero nada es infinito. Alguna vez se tenía que acabar. Puedo asegurar que fueron momentos gloriosos, extraordinarios".
Guanare
Hay vida teatral permanente en Guanare. Ahí funciona la Compañía Regional de Teatro y en sus dos salas, que componen La Sede, presenta semanalmente espectáculos, no sólo de su propia cosecha, sino que es alternativa para otras agrupaciones del país y de la región, además de eventos especiales, festivales y encuentros. Durante las temporadas anuales realiza festivales regionales y nacionales de importancia y, por supuesto, el internacional Festival de Teatro de Occidente, que lleva 26 años de labores ininterrumpidas. Esa actividad es grande y se debe además al trabajo del grupo Tempo y el Instituto de Cultura Carlos Emilio Muñoz Oraa, instituciones que también programan valiosas actividades.