jueves, octubre 26, 2006

Eric Wildpret entre Elías y Vincent

A sus 38 años, el actor venezolano Eric Wilpret ya no sueña despierto ni tampoco se deja deslumbrar por las ofertas que le llegan de Hollywood. Cuando dejen de ser “simples ofrecimientos”, podrá estudiarlos y tomar así una decisión. Por ahora, lo que más quiere, después de culminar este filme de Elia Schneider, Des-autorizado, donde realiza nada menos que dos roles protagónicos, es volver a las tablas teatrales
-¿Por qué tanta pasión el por el teatro?
-Porque ahí me formé y lo hice teniendo como tutor al inolvidable director Carlos Giménez, el capo de Rajatabla. Bajo su vigilancia comencé en el Taller Nacional de Teatro. Fue una escuela excelente, la cual yo pude comprobar cuando hice unos talleres en el exterior, en México y en el Reino Unido. Yo, además, hice una carrera destacada en su agrupación y tuve roles importantes en varios de sus montajes, como El coronel no tiene quien le escriba, La tempestad, Despertar en primavera y Perr Gynt, entre otros. Creo que en el teatro es donde más feliz me he sentido. Y por supuesto que el cine es otra cosa. Y para el trabajo ahora.
Elías y Vincent es uno
Mientras esperaba que lo llamaran para el set de Des-autorizado, en la antigua y abandonada capilla de El Calvario, Eric recordó que está en el cine desde los años 90, cuando precisamente participó en el fime Un sueño en el abismo, del criollo Oscar Lucien, basado en la pieza teatral Con los fusibles volados de Rodolfo Santana. “Es que no puedo negarlo, pero el teatro me persigue y por eso, cuando culminen mis llamados para este filme de Elia, que seguiré estudiando el libreto que me ofreció Javier Moreno. Se trata de El mayor desconfiado, de Tirso de Molina. Hermosa pieza que haré, posiblemente, en enero de 2007.Tambien hay otras dos ofertas teatrales, pero, como las del cine, nada en concreto, hasta ahora”.
Recordó que después de trabajar con Lucien aceptó apuntalar sendas producciones internacionales, rodadas aquí en Caracas: El último corte y Maya. “Posteriormente hice Amor en concreto, de Franco de Peña; Manuela Sáenz, de Diego Risquez , y, la mas reciente es Elipsis de Eduardo Arias”,
-¿Por qué tanto éxito y tan seguido en el cine venezolano?
- No sé, quizás haya gustado lo que yo hago. Admito que también he tenido mucha suerte o que tal vez hayan ocurrido muchas cosas para mis trabajos en la pantalla hayan coincido uno tras otro. Pero la realidad no es así porque hay películas que yo hice hace tres o cuatro años y es ahora que se exhiben en Venezuela, como es el caso de Amor en concreto, de Franco de Peña, y ahora se exhibe casi que simultáneamente con Elipsis que es muy reciente.
-¿Cómo logra diferenciar sus trabajos actorales en el cine y el teatro, respectivamente?
- Son trabajos totalmente diferentes y lo digo yo por lo que mi formación es eminentemente teatral. Yo digo siempre que le soy infiel al teatro cuando hago cine, al cual pues considero como amante. Hago una película y regreso a una pieza teatral, porque eso es que lo me llena como ser humano y como intelectual. Y me gusta el teatro, entre muchas cosas, porque cuando uno actúa lo hace en tiempo presente, porque todo lo que se hace en el escenario está sucediendo en ese momento, tanto para el intérprete como para el espectador o el público. Pero en el cine no es así, porque se trata de una ficción de pasado que se hace presente.
-¿Qué pasa con sus dos personajes en Des-autorizado? ¿Como los va a construir para diferenciarlos, si se tiene en cuenta que hasta antagónicos son, según lo ha comentado la directora Schneider?
- Elías es un escritor o intelectual atormentado que vive una etapa crítica o un momento muy particular de su vida, porque ha perdido la fe y siente que no tiene ningún sentido el arte; él es de los que piensa que para que sirve escribir sino hay interlocutores que escuchen sus predicas. Él , precisamente, está escribiendo una obra y se siente forzado y no le fluye como debía ser. Toda esa rabia él la materializa en un personaje, Vincent, al que más fácil escribe o desarrolla pero al mismo tiempo es al que más rechazo le tiene. Y como Elías está viviendo una situación de rechazo y de mucha rabia, precisamente Vincent es el personaje que mejor le sale, que mejor plasma en el papel.
-¿Y cómo es Vincent?
-Es un ser sumamente estratégico, que piensa todo lo que dice y hace antes de tomar una decisión. Es sumamente cerebral y nada romántico, mientras que Elías es sumamente impulsivo y se deja llevar por las pasiones y las circunstancias en que se encuentra Vincent está mucho más armado y estructurado a nivel de personalidad y es mucho más de lo que esconde. Elías es un tipo desaliñado, con barba y pelo largo, y no le interesa el que dirán. Vincent es un ser de aristas agudas y se escode de los demás.
-¿Cuántos llamados tendrá para este largometraje?
- No sé, pero lo que si sé es que aparezco de principio a fin. Primero encarno a Elías con barba y pelo largo con el look que tengo ahora y despues me harán unos cortes y otros detalles de maquillaje.
-¿Cómo lo ha dirigido, hasta ahora, Elia Schneider, que tiene fama de ser muy exigente con sus actores?
-Afortunadamente ella trabaja en el cine como lo hace en el teatro. La mayoría de los directores de cine trabajan sin mayores complicaciones con los ensayos de los actores y de las situaciones, y con ellos la preparación del personaje es asunto de uno y los encuentros con el director son de intercambio. Con Elia es muy diferente, porque trabaja el guión cinematográfico como si fuese una pieza teatral , se trabaja escena por escena, se hacen ensayos. Se trabaja como si fuese un espectáculo teatral y eso para mí es estupendo porque vengo del teatro. Lo disfruto mucho.
-¿Cómo resumiría a Des-autorizado despues de todo lo que ha dicho y todo lo que ha ensayado?
-Paras hablar del filme donde estoy trabajando, debo recordar que Elia Schneider, directora de películas como Punto y Raya y Huelepega, busca retratar la importancia del arte por medio de su Des-autorizado. Ahí cuenta con un equipo de primera, como José Ramón Novoa, su esposo, en la producción general de José Ramón Novoa. Tiene un guión muy cuidado por Fernando Butazzoni y Rosa Clemente, y en la asistencia de dirección esta Joel Novoa Schneider. El público podrá juzgarla a mediados de octubre del próximo año.
El film muestra tres realidades que coexisten entre sí y se solapan unas con otras. Tenemos, en primer lugar, la historia de la misma Elia Schneider, escritora que constantemente reflexiona sobre el rumbo de su película. A su vez, existe Elías, personaje de Elia y escritor de la obra Amantes sin destino. Los personajes de Elías, amantes apasionados buscan salir de su obra para confrontarlo por no estar de acuerdo con el cambio de destino que les propone su director. Es una comedia

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